Londres (AFP). México se convirtió este jueves en el primer país latinoamericano en ascender a un podio olímpico de tiro con arco y abrazó la gloria por partida doble en el torneo individual femenino de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, con medallas de plata y bronce.
Aída Román, de 24 años, obtuvo la presea de plata, tras caer en una apasionante final ante la surcoreana Ki Bo Bae, primera sembrada, en la flecha de desempate.
De su lado Mariana Avitia, de 18 años, se adjudicó el bronce luego de vencer a la estadounidense Khatuna Lorig.
“Apenas me desperté hablé con Mariana (Avitia), le dije que nosotras podíamos ganar, ella lo consintió y echamos a volar” el sueño de la medalla olímpica, narró Román.
El tiro con arco formó parte de los Juegos Olímpicos de 1900, 1904, 1908 y 1920, regresó en Munich 1972 y desde entonces se mantuvo constante por 40 años.
Desde su primera incursión hasta la fecha, habían desfilado por el podio representantes de 21 países, pero ninguno de Latinoamérica.
México, logró asimismo situar a dos representantes en un mismo podio olímpico, por primera vez en 28 años, luego de que Ernesto Canto y Raúl González, obtuvieran las medallas de oro y plata, respectivamente, en la prueba de marcha (20 km) de Los Ángeles 1984.
“A la mitad del descanso me desperté nerviosa, no podía conciliar el sueño, preocupada principalmente por la japonesa (Miki Kanie), al final me dormí y me levanté a las 5 de la mañana con la energía con la que Rocky Balboa (Sylvester Stallone), sube las escaleras”, subrayó Román.
La competidora azteca, superó a Kanie en octavos de final, a la italiana Pía Lionetti en cuartos y a su compatriota Mariana Avitia en semifinales.
En la final, acarició el oro por milímetros, al igualar con Ki en cinco sets en el duelo regular, con parciales de 25-27, 26-26, 29-26, 22-30 y 27-26.
El parámetro de desempate fue la distancia que separó del centro del blanco la flecha de desempate lanzadas por las competidoras, luego de que ambas incrustaran la saeta en el 8.
Ki ejecutó el primer lanzamiento, dejó el oro servido a Román, pero la mexicana no logró afinar la puntería.