Se retiró hace 17 años, pero de seguro muy pocos se lo quieren topar dentro de un cuadrilátero y menos tener una pelea con él. Mike Tyson era reconocido por su pegada aniquiladora, pero aunque figuró como un peso pesado, también se sabía mover con velocidad.
A sus 56 años parece seguir a un nivel muy alto, no ha perdido el poderío físico y menos la habilidad para disparar golpes. El propio boxeador subió un video de un entrenamiento suyo en el que mete miedo con combinaciones brutales y su agilidad para conectar.
Su compañero de prácticas no la debe pasar nada bien y es que inevitablemente termina arrinconado y con una cara de susto total, ante los embates del pugilista.
Más allá de soltar golpes con mucha potencia, Tyson también esquiva con grandes reflejos, se mueve de un lado al otro y tiene gran rapidez. Si Mike se planteara en algún momento regresar a la competencia, daría un buen espectáculo.