Desde adultos mayores hasta entusiastas caminantes y experimentados atletas; todos ellos forman parte de los 36 costarricenses que en estos días recorren los caminos que llevan al Campo Base de la montaña más alta del mundo, el Monte Everest con 8.849 metros sobre el nivel del mar (msnm).
De ellos, 15 ya llegaron hasta el Campo Base a 5.364 msnm, que era su objetivo principal, y 20 van en camino de lograrlo, luego de cuatro días de iniciar la caminata.
Únicamente le falta llegar a territorio de Nepal a la deportista Ligia Madrigal (parte este jueves 6 de abril), quien tiene experiencia en deportes extremos de aventura y espera ser la primera mujer costarricense en alcanzar la cima del mundo.
De estos 36 caminantes solo Warner Rojas, quien fue el primer costarricense en escalar el Everest en mayo del 2012, junto a Ligia Madrigal, son los únicos que intentarán hacer cumbre.
Cada uno de los ticos que planeó recorrer los 130 kilómetros desde Lukla hasta el Campamento Base debe invertir un aproximado entre $10.000 (₡5,6 millones) y $15.000 ($8,2 millones) en boletos aéreos, hospedaje, alimentación y los guías o Sherpas que los acompañaran por los caminos hasta llegar a su destino. La caminata puede durar entre 12 y 17 horas entre el ida y regreso.
Los primeros ticos en subir al Campamento Base fueron los guiados por Warner Rojas Chinchilla, quienes este fin de semana alcanzaron su meta después de caminar dos semanas.
Warner tomó esta caminata como parte de su aclimatación para conquistar por segunda ocasión el Everest, en la segunda semana de mayo, donde además buscará también hacer cumbre del Monte Lhotse, que es la cuarta montaña de mayor altitud en el planeta con 8.516 msnm.
“Cumplimos con la primera etapa de la aclimatación. Llegamos a más de 5.400 metros al Campo Base y por varios días vamos a estar a esta altura. Con esta caminata junto al resto de mis compañeros cumplimos con la primera parte de la aclimatación que estamos buscando”, comentó Rojas.
Ahora el escazuceño continuará con su preparación para estar listo para ascender al Everest a mediados de mayo.
“Nuestra intención, junto a dos costarricenses más, es llegar a la cumbre del Island Peak que está a 6.189 metros. Posteriormente regreso con ellos hasta Lukla. Una vez más vuelvo al Campo Base e intentaré ascender el Lobuche Peak (6.119 msnm). Regresamos al Campo Base a hacer varias rotaciones, para terminar de aclimatarme y esperar el ascenso final”, comentó Rojas.
Llorar de emoción
Entre caminatas extensas, paisajes sorprendentes y relajarse tomando clases de yoga, un grupo de 20 costarricenses, guiados por el doctor Miguel Molina Guerrrero, viajó con la empresa de Costa Rica JM, para cumplir el sueño de su vida, llegar hasta el Campamento Base del Monte Everest.
“El grupo es de edades desde 25 años hasta 68 años. Iniciamos caminando con temperaturas de 10 grados; hoy al tercer día de caminata (lunes) ya tenemos temperaturas de cero grados y nos espera -15 grados. No hacemos el ascenso al Everest, llegamos hasta el Campamento Base y nos devolvemos”, explicó Molina a La Nación.
El doctor y montañista explicó que es un grupo diferente al del atleta Warner Rojas y ninguno de ellos intentará subir a la parte más alta del Everest.
“Dormimos en sleeping bag, en alojamientos que son llamados casas de té. Son como hoteles rústicos con un restaurante central donde todos compartimos la alimentación. Las habitaciones son con colchonetas y sábanas. Sobre esto dormimos con el sleeping”, añadió Molina, quien explicó lo que es la logística que llevan para cumplir su sueño.
El médico narró que las caminatas las hacen con tres capas, ropa térmica, sobre sus camisetas y pantalones y cuando está muy húmedo también utilizan impermeables.
“Salimos del aeropuerto de Ramechhap hacia Lukla. Un vuelo de 20 minutos. A nuestra izquierda observamos los nevados de Los Himalayas, la cara de sorpresa de todos fue impresionante. Al llegar a Lukla nos reunimos con nuestros porteadores y guías. Nuestra emoción fue increíble, veíamos el inicio de un sueño que vamos a cumplir poco a poco. Algunos al aterrizar querían llorar de emoción”, dijo Molina.
En su camino a Namche Bazaar se toparon con bajas temperaturas, pero con espectaculares vistas de las montañas con nevadas que cubrieron los techos de color blanco, según describió el guía.
“Ascendimos hasta la estatua de Tenzing Norgay Sherpa, primer nepalí en ascender el Everest, esto en el centro de visitantes del Sagarmatha National Park, que tiene un mirador con vistas preciosas. Al llegar al valle de Khumjung, por la nieve y resbaloso del terreno, cambiamos de planes. Nos quedamos en un hotel en la cima de la montaña, donde recibimos clases de yoga”, relató Molina sobre el viaje que empiezan.