Hasta en un deporte como el ajedrez es posible encontrar polémicas y acusaciones de juego sucio.
El Campeonato Mundial de esta disciplina, que se disputa desde la semana anterior en Rusia, está sacudido por las disputas entre los dos aspirantes al título, el búlgaro Vesselin Topálov y el ruso Vladimir Krámnik.
Solo que no se están peleando por alguna jugada indebida, o porque el tiempo se le haya vencido a uno de ellos en las partidas. El foco de disputa son las visitas al baño de Krámnik, consideradas por su oponente como una trampa.
En las primeras dos partidas el ruso llegó a ir más de 25 veces al sanitario, según un comité de apelaciones, o hasta 50, según el equipo de apoyo de Topálov.
Los asistentes del Gran Maestro búlgaro denunciaron que no se trataba de ningún problema fisiológico, sino de una estrategia para quedar a solas y recibir consejos de sus asesores por algún medio electrónico que no especificaron.
Permiso. Los jugadores de ajedrez tienen derecho de levantarse del asiento y salir del área de juego, que generalmente es un salón grande.
Para ir al baño deben pedir permiso al árbitro, quien siempre lo autoriza. Los reglamentos no imponen un límite máximo, según explicó el réferi tico Rafael Álvarez.
“Uno puede entender que el ajedrecista tenga un problema y requiera ir al baño seguido, pero en el caso de Krámnik, levantarse después de cada jugada sí resulta sospechoso”, indicó Álvarez.
Krámnik, que va ganando el enfrentamiento 3,5 a 2,5, también registró decenas de visitas a la sala de descanso que le corresponde, donde hay cámaras de monitoreo.
El comité de apelaciones de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) le entregó al equipo de Topálov las grabaciones, lo cual desató la ira del ruso por considerarlo una invasión a su privacidad.
Krámnik no acudió a la quinta partida, el viernes, como protesta, y amenazó con renunciar al torneo (de 12 partidas).
El domingo la FIDE logró un acuerdo para que el ruso continúe, sin límite de visitas al baño pero con una minuciosa revisión para garantizar que no haya ningún aparato sospechoso.
Lo irónico es que esta serie entre Krámnik y Topálov está diseñada para reunificar el título mundial de ajedrez, luego de 13 años de divisiones y disputas tras la escisión de un grupo liderado por Gary Kasparov. Con información de AP y DPA.