Atento a la voz de su instructor, el surfista Henry Martínez se concentra para poder discernir los diferentes ruidos una vez que ingresa al mar y, mientras rema en su tabla, el agua salpica su cuerpo y el viento salino se adhiere a su rostro.
Henry es no vidente, no puedo distinguir nada en su entorno, pues a los dos años perdió la vista por una enfermedad degenerativa.
Martínez está solo con su tabla, con la inmensidad del océano a sus espaldas mientras el oleaje avanza y los gritos y silbidos de su amigo y entrenador Maikel Venegas son su única guía para advertirle de la dirección y el poder de las olas.
El estudiante de Biología y Antropología de la Universidad de Costa Rica, de 21 años, se impulsa, rema con sus manos y se pone de pie, mantiene el equilibrio pese al vaivén del oleaje, recorre la ola unos 20 metros para convencer a los jueces, quienes le dan el máximo puntaje para convertirse en el ganador de la fecha inaugural del Circuito Nacional de Surf Integrado, que se realizó el 11 de marzo en Playitas de Manuel Antonio, Quepos.
Este singular tablista, oriundo de Tres Ríos, demuestra una vez más que no tiene limitaciones. Aquella ilusión de aprender a surfear, cuando tenía 10 años, fue un obstáculo más que aprendió a superar y que hoy lo tiene liderando el campeonato en su especialidad, a pesar de que no tiene una tabla propia y la que utiliza para los entrenamientos y las competencias es prestada.
“Para mí es algo muy bonito, pues no solo es competir, sino compartir con los compañeros de la Selección de Surf Adaptados. Yo quería que a todos les fuera bien, que alguien montara una ola y obtuviese una buena puntuación también. Fue muy chiva porque me sentí apoyado por todo el grupo”, comentó Martínez.
Con solo siete meses de haber aprendido a surfear ya ganó su primera medalla como campeón de una de las fechas del circuito e incluso tuvo la oportunidad de participar en un mundial de su especialidad celebrado en California, Estados Unidos, en noviembre pasado.
Es por eso que las caídas en los heats, normales en esta disciplina, no le inmutan o lo detienen, solo se levanta, busca la tabla y lo vuelve a intentar.
"El mundial es un evento muy organizado, muy competitivo, llegan muy buenos surfistas, pero competir en el circuito es diferente, porque es con los amigos, todos tratamos de apoyarnos, de dar lo mejor y progresar en este deporte en el que apenas estamos empezando y nos gusta muchísimo”, aseguró Martínez.
En esta primera fecha en Manuel Antonio se realizaron dos semifinales que incluyeron todas las categorías. La semifinal 1 fue entre Johnson Barrantes y Ronald Faerrón, de la categoría AS1 (de pie), junto a Juan Manuel Camacho, de la AS3 (sentado), y Jimena Ruiz, de la AS1 femenina.
La semifinal 2 fue entre Mattews Vanderhoogth, de la AS5 (asistido), junto a Natalia Vindas, AS4 femenino (acostada), y Henry Martínez VI (impedimento visual).
La final se la pelearon Barrantes, Faerrón, Vanderhoogth y Martínez, quien resultó con el mayor puntaje de la serie y con esto el primer podio de la temporada 2018, según comentó la periodista Lois Solano, de Surfing Nation Magazine.
Jacó en bus. A Henry, quien aprendió a nadar desde los siete años, le tocó más de una vez desplazarse los fines de semana en autobús a Jacó para entrenar, por lo que sorprendió a su compañeros de viaje, en el asiento contiguo, cuando le contó el motivo de su traslado hasta la playa. En otras ocasiones alguno de sus amigos le hizo el ride, no obstante, toda esa dedicación le valieron mejorar en los últimos meses.
Pese a lograr el campeonato del circuito, Henry indicó que aún tiene que mejorar muchísimo y tratar de superar los imponderables que se le presentan en la competencia.
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“Siempre que compito me concentró en las voces de mi instructor y las personas que me rodean a pesar del oleaje. Sin embargo, cuando se mete agua en mis oídos tengo problemas, porque no escucho y como tampoco puedo ver por dónde voy, debo reaccionar rápido, moviendo la cabeza para que salga el agua y poder escuchar de nuevo”, aseguró Martínez.
Para la segunda fecha, a realizarse en mayo próximo, en Jacó, el joven universitario tiene claro que debe aprender a desenvolverse en la tabla para continuar liderando el campeonato.
“Hay una gran diferencia entre las personas que surfearon y perdieron la vista y yo que soy ciego desde los dos años. Nunca hice surfing u observé videos para imitar los movimientos de otros surfeadores. Debo guiarme más por los sentidos, escuchar el ruido del agua y sentir la dirección de las corrientes, es por eso que entrenamos en diferentes playas como Jacó, Manuel Antonio y otras cercanas, me sirven para adaptarme a los diferentes oleajes, o bien si son olas izquierdas o derechas, así como el punto de quiebra”, indicó Martínez.
Otro de las dificultades que debe superar el vecino de Tres Ríos es que no cuenta con una tabla de surf propia y la que utiliza es gracias al apoyo del hostal Selina Jacó.
“Utilizo una que me prestan colaboradores de la Selección. Cuando entreno o compito en Jacó es más fácil, pero es más complicado cuando debemos trasladarnos a otros sitios a surfear, como Manuel Antonio, es por eso que les agradezco mucho. A nosotros hay personas que nos ayudan siempre, porque debemos ir de un sitio a otro, llevar las tablas y otras cosas que necesitamos, así como conseguir patrocinios para las competencias”, admitió Martínez.
Gustavo Corrales, entrenador de la Selección de Surf Adaptados, comentó que Henry Martínez evolucionó muy bien, pero durante las competencias una persona le ayuda a ingresar al mar, a ubicarlo detrás de la rompiente y lo guía advirtiéndole el tamaño de la ola, si es izquierda o derecha o bien si cambia de dirección.
“Él debe remar, pararse sobre la tabla y debe mantener el balance. Sabemos que no es fácil, Henry evolucionó muy bien y eso le da confianza. Para nosotros fue muy emocionante verlo cómo corre la ola, es como un golazo, es indescriptible verlo surfear”, comentó Corrales.
El jacobeño manifestó que espera que más atletas se unan en la próxima fecha, no solo surfistas con alguna discapacidad, sino otros atletas que deseen probar una disciplina nueva.
“Es una gran motivación verlos competir y por eso queremos incluir a personas que hayan sufrido alguna amputación o discapacidad, deseamos que ellos puedan desarrollarse mediante una clínica de surf terapia, meterlos al mar y que disfruten al igual que nuestros atletas porque también es una oportunidad de probar algo nuevo y tener las sensaciones como las de Henry (Martínez)”, puntualizó Corrales.