En su museo personal ya figuraban todos los trofeos existentes en el tenis, pero había un espacio en el centro de todo reservado para la única medalla que le faltaba; la de oro en unos Juegos Olímpicos. Novak Djokovic completó su ciclo y subió al Olimpo en París.
Lo hizo ante el español Carlos Alcaraz, quien lo había barrido hace unas semanas en la final de Wimbledon. Este domingo en París 2024, en un partido muy parejo, el serbio ganó ambos sets 7-6, 7-6, en definiciones en tie break.
El jugador más ganador en la historia del tenis, con 24 títulos de Grand Slam -diez en Australia, tres en Roland Garros, siete en Wimbledon y cuatro en el US Open- tenía pendiente la presea dorada en las justas olímpicas.
A sus 37 años esta era la última oportunidad de alcanzarla, pero enfrente tenía al joven prodigio Alcaraz quien, apenas con 21 años, ya se perfila como un jugador que marcará época.
Por si fuera poco había caído ante él 3 a 0 (2-6, 2-6, 6-7) el 14 de julio recién pasado. Visiblemente emocionado, Dojokovic rompió en llanto en el festejo.
Periodista en la sección de Deportes de La Nación. Bachiller en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas. Escribe sobre el Cartaginés.
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