Con más de 100 medallas entre torneos colegiales, universitarios y Juegos Deportivos Nacionales, Pablo Martínez se ha ganado un lugar entre los entrenadores más exitosos en la historia del baloncesto costarricense.
Sin embargo, a pesar de su destacada trayectoria de más de dos décadas, había un título que aún se le resistía: la Liga Superior de Baloncesto.
Ese sueño se hizo realidad en 2023, cuando Martínez, al mando de Gold San José, consiguió su primer campeonato en la máxima categoría. Pero Pablo no se conformó con eso; este año, su meta era aún más ambiciosa: lograr un histórico doblete, coronándose campeón tanto en la rama masculina como en la femenina de la primera división.
El primero en jugarse fue el torneo masculino, donde su equipo Abogados-Seminario llegó a la final en la que enfrentó a los Pelícanos de Puntarenas, campeones de la temporada anterior. La serie llegó al decisivo quinto juego, en el cual Abogados-Seminario se impuso por 20 puntos, para obtener el título número 19 de la institución en la Liga Superior de Baloncesto.
“Mi sueño deportivo siempre fue devolver a Seminario la primera división, pues no estaba desde el 95, pero la historia nos obliga a volver con una posición de privilegio”, comentó Martínez.
Ya con un título en sus manos, la posibilidad de ganar en ambas ramas se volvía tangible. En el torneo femenino, su equipo Abogadas-Seminario llegaba como favorito para defender el título.
“La fotografía de éxito era volver a la máxima categoría y ocupar los primeros puestos. No le puedo decir que sobre la marcha dijimos: ‘Se está dando para que lo hagamos’. Esto estaba planificado, lo visualizamos y trabajamos desde hace tres años para conseguirlo”, expresó Martínez
El arranque de la temporada no fue el mejor, con solo una victoria en la primera vuelta del torneo; sin embargo, lograron una racha de ocho triunfos consecutivos, incluyendo la fase de semifinales y la final, para terminar el torneo.
Así, Abogadas-Seminario consiguió el bicampeonato femenino y Pablo se convirtió en el primer entrenador en alcanzar títulos en ambas ramas durante una misma temporada.
“Me siento satisfecho, siento que el trabajo está realizado y ahora quiero más desde un punto de vista administrativo”, concluyó Pablo con respecto a lo logrado.
Carrera deportiva de Pablo Martínez
Pablo Martínez comenzó su carrera como entrenador a los 18 años después de graduarse como estudiante del Colegio Seminario. Su amor por el deporte se forjó cuando ingresó a una de las instituciones emblema del baloncesto del país.
“Yo entré el primer día, nunca había visto una bola de básquet y a la una de la tarde pasa un profe con un mensaje del padre, para que pasemos al gimnasio”, recuerda Martínez.
“Era un partido de la categoría A del Colegio Seminario contra una universidad de Estados Unidos. Cuando yo vi a ese equipo calentar, haciendo dos filas de caballitos con ese uniforme amarillo casi dorado, fue un clic que hasta el día de hoy no lo puedo explicar. A partir de ese momento, mi máximo sueño era algún día ponerme ese uniforme amarillo”, expresó.
Martínez cumplió ese primer sueño en noveno año, después de varios intentos haciendo pruebas. En su último año en el colegio, conversó con el encargado del programa de baloncesto, Marco Pereira, y consiguió un campo como entrenador de minibaloncesto y asistente en la categoría C, que incluye jugadores de sétimo y octavo año.
“Enseñar fundamentos era lo que a mí me apasionaba, decirle que la pique aquí, tire la bola acá, acomode el codo. Teorizar el basquetbol, la parte estadística eso a mí me encantaba realmente, eso era lo que me apasionaba”, comentó sobre sus inicios.
Años después, lo nombraron entrenador principal de la categoría en la rama femenina y en el 2005, cuando le encargaron tanto hombres como mujeres, logró sus primeros campeonatos con ambas ramas.
“El sueño que yo tenía en ese momento era ganar las dos ramas de la C, ganar el mismo año masculino y femenino era una meta que yo tenía y lo logramos”, recordó.
Martínez continuó con en la rama femenina entrenando las categorías B (estudiantes de noveno y décimo año) y A (estudiantes de undécimo año). En el 2012 tomó el mando de todas las categorías del Colegio Seminario.
Al mismo tiempo, Pablo comenzó un nuevo ciclo en su carrera de entrenador en los Juegos Deportivos Nacionales con el Comité Cantonal de San José. Después de varios años en el programa femenino y con cuatro medallas de oro al hilo, le ofrecieron la dirección del programa masculino.
“Yo estaba muy enamorado de todo lo que es el proceso femenino y que para ese momento ya traía 15 años construyéndolo. En ese instante pensé que lo mejor era identificarme únicamente en una rama”, comentó Martínez.
Al final varios jugadores que formaban parte del grupo en San José, y eran alumnos del Seminario, lo convencieron de tomar las riendas del equipo.
Para el año 2016, San José fue el campeón absoluto del baloncesto con el mismo cuerpo técnico a cargo de los dos quintetos.
“Yo recuerdo que Goicoechea en el 2010 ganó en hombres y mujeres, pero en hombres el entrenador era Alejandro Fernández y en mujeres era William Zúñiga. Esa fue la única vez que un mismo entrenador ha ganado las dos ramas en un mismo año en Juegos Nacionales”, comentó Martínez.
Actualmente, el timonel posee 10 medallas de oro en dicha justa deportiva, siete en la rama femenina y tres en la masculina.
Con sus logros en torneos colegiales y Juegos Deportivos Nacionales, Pablo miró hacia un nuevo desafío: la Liga Superior de Baloncesto. En el 2021, le ofrecieron dirigir un equipo masculino.
Al principio dudó, pero finalmente aceptó el reto y, tras cuatro temporadas, logró el histórico doblete en ambas ramas de la primera división. Ahora, las metas y los objetivos cambian.
“Yo siempre he pensado que la vida es de ciclos. No sé si este ciclo [como entrenador en Juegos Nacionales y primera división] se va a cerrar ya, pero puedo decir que ya estoy listo para cerrarlo y que estoy listo para abrir el otro en caso de que corresponda”, comentó Martínez.
“Al final lo que nosotros queremos es convertirnos en un club deportivo profesional y completar lo que es un complejo deportivo completo en el Colegio Seminario”, expresó Pablo sobre sus planes a futuro.
Mentalidad Gold
Dentro de su proyecto como entrenador, su formación universitaria en psicología deportiva y rendimiento deportivo y educación física lo han llevado a entender varios aspectos de la dirección técnica en el baloncesto.
“Las carreras me han ayudado demasiado porque ha sido un enfoque interdisciplinario riquísimo que a mí me permite tener un bagaje a la hora de la planificación, de la dirección táctica y técnica, al igual que en la toma de decisiones porque tomo una decisión pensando como un entrenador de básquet, también como un preparador físico, como un educador o como un psicólogo”, comentó Martínez.
De igual forma le ha ayudado a entender las diferencias al entrenar ambas ramas.
“Dirigir masculino y femenino son dos cosas absolutamente diferentes. La psicología es diferente. Uno tiene que llegar con un semblante diferente”, expresó.
“Los aspectos motivacionales y las fibras más sensibles que tienen los hombres y que tienen las mujeres son diferentes y mi trabajo como entrenador es tratar de tocar esa fibra y llevar al atleta a un pico emocional en el momento que yo lo considero necesario”, concluyó.
De igual forma, logró tomar como base una filosofía dentro del Colegio Seminario e implementarla en sus proyectos de Juegos Nacionales, primera división y el club deportivo que busca crear.
“Un día estaba leyendo un libro que se llama La mente del campeón. El autor habló sobre el pensar y la filosofía del oro y pensé en montar una empresa con esa filosofía”, comentó Martínez.
“Aquí no estamos hablando de un trofeo, no estamos hablando de una medalla. Estamos hablando de una forma de vida, de una forma de pensamiento, de todo un esquema de cogniciones para vivir una vida campeona”, agregó.