Atletas, organizadores y cualquier persona relacionada con el atletismo estaba a la espera del protocolo para preparar el regreso a las calles. Sin embargo, su publicación, hecha la semana anterior, generó más desazón que alivio.
Era fácil percatarse de ese sentimiento desde las redes sociales, donde los corredores, quienes domingo a domingo llenaban estos eventos, evidenciaron la molestia por las medidas acordadas en el documento.
Para los organizadores la sensación fue muy parecida, incluso de molestia, pero sobre todo con un alto grado de ilógica y sin sentido.
Uno de los puntos más criticados es la implementación de salidas por heats, la cantidad de personas permitidas y el tiempo entre cada uno.
Dependiendo de la carrera y su distancia (5, 10 o 21 km) tendrá “un máximo de 90 atletas por heat” y con frecuencias de salidas de entre 30 y 40 minutos.
“Este protocolo tiene dos implicaciones: los costos se van a incrementar enormemente, y esto se verá reflejado en el monto de las inscripciones, si es que llegamos a hacer un evento, porque así es casi imposible.
“Además es contradictorio tener las calles cerradas tanto tiempo, si antes Tránsito no dejaba por dos o tres horas, ahora menos”, comentó Natalia Alvarado, gerente de Evolution Marketing y quien también forma parte de la Cámara Costarricense de Productores de Eventos Deportivos.
Una carrera con 100 personas o menos (para reducir las horas) no sería atractiva ni para organizadores ni para atletas, sobre todo desde el punto de vista económico. En ese aspecto concuerdan todos.
“Hacer heats de 80 o 90 personas cada 40 minutos suena muy ilógico. Está la opción de hacer pocos heats, pero los costos no darían y para meter mucha gente habría que hacer 9-10 horas de evento”, mencionó Isaac López, representante de Global Sport Group.
Por ahora se desconoce cuándo será el ansiado regreso y será la Federación Costarricense de Atletismo (Fecoa) la encargada de definir la primera carrera, la cual serviría de plan piloto para las siguientes.
Aunque por el momento la recepción para esto es prácticamente nula.
Gustavo Álvarez, organizador de la Maratón Correcaminos y expresidente de Fecoa, calificó el protocolo de limitado y también ve imposible una carrera bajo esta naturaleza.
“Me parece que a pesar que intención es buena, se queda como eso, una intención, porque a la hora de la práctica no se puede hacer. El tema de los heats no tiene ningún sentido. Además hay aspectos antideportivos, como entregar una medalla antes de empezar la carera o hacerlo después”, señaló.
La revelación del protocolo también fue una sorpresa para la Cámara Costarricense de Productores de Eventos Deportivos, conformada por 12 organizaciones de atletismo y otros deportes.
Este grupo, creado en el 2020, ideó un protocolo basado en un estudio científico a cargo de Marcelo Alterburg, especialista en manejo de masas, así como las recomendaciones del médico Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA).
Sin embargo, se dejaron por fuera sugerencias que consideran fundamentales.
La más notable es que se recomienda empezar con carreras de larga distancia (21 y 42 km) y en el protocolo oficial la maratón fue descartada. La intención, explican, es separar lo máximo posible a los corredores y se sabe que las pruebas de 5 y 10 km son las más gustadas.
“Estamos hablando de gente que asesora la Maratón de Chicago, no fue como que el estudio lo sacamos de la manga. Ahí se hablaba de 500 personas cada media hora en maratón.
“Significa que el punto donde íbamos a tener mayor aglomeración eran 20 personas pasando por el mismo punto durante un minuto. El promedio es de 5-6 personas. Eso genera distanciamiento”, explicó Rodolfo Villalobos, presidente de la Cámara y representante de Grupo Publicitario.
Por eso cuando se publicó el protocolo lo recibieron con desazón y al mismo tiempo incredulidad.
“Uno ve que las personas que lo hacen ninguna es organizadora de eventos, aunque hay dos organizadores en junta directiva. ¿Por qué no les tomaron el parecer?”, añadió Villalobos.
Desde los atletas hay desmotivación, en lugar de sentirse impulsados para correr.
Patricia Salazar no se explica por qué otras actividades, como los actos religiosos, que en su mayoría son lugares cerrados hay mayor disposición.
“Para los corredores aficionados las carreras son importantes, nos motivan, nos ayudan a alcanzar metas, algunos a mejorar tiempos, y por eso nos gustan tanto y las hemos esperado con ansia estos 18 meses.
“Soy médico y soy consciente de la importancia de la prevención de la transmisión del covid, pero considero que este protocolo no es aplicable desde el punto de vista de los organizadores ni despierta en el corredor el deseo a participar. En lo personal esperaré eventos con menos restricciones”.