Si usted sale de la piscina con los ojos irritados podría ser una señal de que el agua no ha recibido la limpieza adecuada.
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Para algunas personas, por un mito cultural, sentir un olor fuerte del cloro significa que la piscina está aseada. Pero eso no necesariamente es así.
“Si se ponen los ojos rojos eso no está bien, eso es producto de cloraminas, una sustancia que se forma cuando hay poco cloro o no ha recibido la limpieza adecuada, y esas cloraminas general olor a cloro”, explica Harry Hernández, director ejecutivo de Bioanalítica, empresa especialista en recurso hídrico.
Tienen clientes en turismo, pero también en piscinas para la práctica de la natación, como la Municipal de Santa Cruz o el Polideportivo de Nicoya.
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Rodolfo Mena, dueño de Aquality Pools and Spa, empresa que se encarga de la limpieza de las piscinas de Crol Swimming, agrega que el ardor o irritación en los ojos también se produce si hay poco cloro o es ineficiente.
Por eso, lo principal que debe existir en una piscina es el balance.
*En el siguiente mapa encontrará la ubicación de piscinas que hay en el país. Al presionar sobre cada icono de color se abrirá información de horarios y precios*.
En Costa Rica hay al menos 83 piscinas —de 50 o 25 metros— para la práctica de la natación, pero la mayoría están en el Valle Central. Apenas el 40% de los 82 cantones nacionales tienen una. En este mapa puede ubicarlas.
El agua de la piscina, a diferencia de un río, no corre. Como se mantiene en una misma área se vuelve necesaria una limpieza constante.
Eso se realiza mediante tratamientos de filtración.
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“Se le está dando vueltas continuamente, se trata químicamente para que siempre esté en condiciones aceptables desde el punto de vista saludable”, comenta Hernández.
¿Cómo funciona ese sistema? Hay diferentes, pero la ciencia es la siguiente.
“Hay bombas que succionan el agua, estas bombas recirculan el agua hacia los filtros, ahí se retienen las impurezas que se generan, quedan atrapadas y retorna a la piscina esa misma agua, pero limpia”, explicó Mena.
Lo ideal es que ese proceso se realice 24 horas al día, siete días a la semana. Aunque en algunas pequeñas o de menor uso, como en residenciales, puede ser durante 8 horas al día.
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Pero eso no es lo único que necesita una piscina para estar en condiciones de recibir personas.
Existen además, tratamientos químicos. Hernández menciona tres indispensables con los que trabaja Bioanalítica.
Un agente desinfectante para eliminar microorganismos, que comúnmente en Costa Rica es el cloro y un algicida para controlar el crecimiento de algas; no todos los días pero sí de forma frecuente.
También un floculante que toma los sólidos que generan las personas. Por ejemplo por las sustancias que se ponen en el cuerpo, los aglomera, se depositan en el fondo y luego se aspiran.
El experto vuelve a hacer hincapié en que el balance será lo que determine si la piscina está bien, con la dosis adecuadas de químicos, y la única forma de saberlo es mediante un análisis de agua.
“Ahí es donde hay una debilidad, porque la mayoría de piscinas no realizan análisis de agua, entonces casi que en la mayoría se trabaja de una forma. Es como manejar un carro sin manivela, si no se realizan esas mediciones, no se sabe los niveles que hay”, añade.
¿Es mejor sal o cloro?
Rodolfo Mena, de Aquality Pools and Spa, explica que existen varios sistemas de cloración, pero en Costa Rica es normal que sea sal o cloro.
Sin embargo, la sal se introduce en la piscina y se transforma en cloruro de sodio, es decir, es cloro. La diferencia está en que ese cloro no es químico, es menos fuerte.
“Es un desinfectante sin olor y no tan agresivo como puede ser el cloro químico”, señala.
Se ve con mejores ojos que una piscina se limpie con sal porque los nadadores se exponen a menos procesos químicos.
“El cloro que usted compra normalmente tiene un estabilizador para proteger la degradación del cloro de la influencia del sol, entonces uno se expone a esa sustancia. En teoría no produce ningún riesgo para salud pero se expone a la sustancia, cuando trabaja por medio de sal no hay ácido isocianúrico”, expresa Hernández.
El Reglamento sobre Manejo de Piscinas indica varios parámetros que deben seguir, tanto en construcción como en mantenimiento.
Se detallan aspectos específicos para diferentes tipos de piscinas. En cuanto al aspecto de limpieza hay varios puntos a destacar.
“...el agua deberá ser de flujo continuo, ya sea por recirculación previo tratamiento, o por entrada de agua nueva constantemente”.
Es decir, se exige que el agua sea filtrada y desinfectada. “Aunque el sistema de filtración puede ser común para varios vasos (piscinas), cada vaso tendrá su propio dispositivo de alimentación y evacuación”
También agrega que “los productos químicos empleados en el tratamiento del agua deben estar registrados ante el Ministerio de Salud y demostrar su eficiencia e inocuidad para la salud”.