A sus 78 años, Fernando Durán se levantó muy temprano en su natal Santo Domingo de Siquirres. Su ilusión era observar el paso de los ciclistas de La Ruta de los Conquistadores.
Postrado en una silla de ruedas y con parcial movimiento de su brazo derecho, se ilusionaba con ver en la carretera principal, que va rumbo a Caño Blanco, a un pedalista de nombre Luis (Mejía), de quien le dijeron es muy bueno.
Por tal razón, le pidió a su esposa, Hilda Esquivel, de 75 años, que lo trasladara en la silla hasta la calle asfaltada, para verlos de cerca, a unos 150 metros por un camino de lastre y donde la silla casi no puede rodar por la tierra suelta.
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Lo que menos se imaginaba don Fernando es que la última fracción entre el Polideportivo de Siquirres y Caño Blanco y regreso al punto de partida, para completar 90 kilómetros, pasaría al frente de su casa y tendría la oportunidad de verlos a escasos metros, escuchar el ruido inconfundible de la rotación de cadena y sentir la brisa, por la velocidad del pelotón.
“Pensé que tenía que ir hasta la carretera. Como no puedo caminar a mi esposa le cuesta mucho, pero vea, usted me dice que van a pasar al frente. En mi juventud me gustaba hacer deporte, pero ya no puedo”, confesó Durán, quien no pudo contener las lágrimas de la emoción.
Doña Hilda, a como pudo, llevó la silla de su esposo al frente de la casa y cerró el portón para que no se le salieran las gallinas. Con un paño le secó el sudor en la frente a su esposo, debido al fuerte sol, y le colocó en su cabeza una gorra del Deportivo Saprissa.
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Apoyo de corazón
“Lastima que no puedo aplaudirles”, dijo Durán un poco apesadumbrado (quien no puede mover el brazo derecho). “Pero puede gritarles”, le contestó su esposa, alentándolo.
La sirena del carro guía anunció el paso de los ciclistas: “Ya vienen. Son muchos”, comentó don Fernando sin poder ocultar su emoción. “¿Ese de amarillo, que va adelante, es ese muchacho Luis (Mejía), verdad?”, preguntó don Fernando quien sonrío, mientras su rostro se iluminaba de alegría al paso de los pedalistas y con el ciclismo demostró que es el deporte del pueblo.
Precisamente el colombiano Luis Mejía, del equipo CBZ Asfalto 7C, ganaría la etapa con un crono de 2:11:42, seguido por Paolo Montoya de Innova Bikes con el mismo tiempo y el estadounidense Alexander Howes a un segundo, para ratificar su cetro en La Ruta.
“Se nos da La Ruta, la etapa final. Desde el primer día hicimos un buen trabajo y cerramos con broche de oro ganando la etapa. Me siento muy contento de volver (después de seis años) a esta gran competencia. Es un triunfo para el equipo, hay mucha gente detrás de nosotros, como mi compañero Rodolfo (Villalobos) y la verdad me siento contento de haber hecho bien el trabajo”, aseguró Mejía.
El escarabajo se dejó la general con un registro de 11:15:13, seguido por su compatriota Diyer Rincón (Shimano Scott) con 11:26:28 y el estadounidense Lachlan Morton (EF Education) con 11:31:56. El mejor tico fue Rodolfo Villalobos (CBZ Asfalto 7C) quien fue cuarto con 11:36:10.
“Dias atrás hablamos de la buena premiación ($6.000) al primer lugar. Uno viene aquí a competir por pasión, porque es lo que amo. Pero es bonito que sean buenas premiaciones El esfuerzo es mucho, la preparación, se invierte bastante, por lo que viene extra es ganancia”, indicó Mejía.