El oleaje del mar y la libertad que da el deslizarse en la cresta de una ola es el bálsamo que encontraron seis jóvenes ticos para incursionar en el mundo del surf, a pesar de sus discapacidades o enfermedades.
Su valor y determinación los llevó a perfeccionar sus maniobras y ser parte de la Selección Nacional de Surfing Adaptados que representará al país del 20 de noviembre al 3 de diciembre en el Mundial, a realizarse en La Joya, California, Estados Unidos.
Llenos de coraje y empeño, Mattew Vanderlooth, Henry Martínez, Axel Zúñiga, Ismael Araya, Natalia Vindas y Juan Manuel Camacho vencen día día sus obstáculos emocionales y personales para alcanzar metas sobre la tabla.
Gustavo Corrales, entrenador de la Selección, indicó que el año anterior, con el equipo incompleto, la Selección alcanzó el octavo lugar, por lo que esperan que en el 2017, con el grupo completo, estar aún más arriba en la tabla.
"Tenemos grandes expectativas, es un grupo que tiene muchas condiciones, pero necesitamos alrededor de $45.000 (¢25,6 millones) para llevar a los atletas y los acompañantes, porque ellos no pueden viajar solos y además debemos asistirlos en las competencias", aseguró Corrales.
El grupo toca las puertas de diferentes entes con la misión obtener la ayuda y así representar al país de la mejor manera.
Lois Solano, encargada de prensa y periodista de la revista Surfing Nation, comentó que la Selección ha sido un proceso muy largo, pero también ha estado lleno de recompensas.
"Siempre recordaré a Ismael Araya. Se había escapado del hospital porque le iban a cortar las piernas y él no estaba seguro de rendirse sin luchar. Luego lo vi irse junto al coach Gustavo Corrales al primer Mundial y regresar como un hombre nuevo. Hoy verlo de pie y poder caminar junto a él es lo más gratificante que he logrado en mi trabajo junto a ellos", recordó Solano.
La comunicadora añadió que la primer medalla en un mundial, lograda por Mattews Vanderlooth, fue la satisfacción más grande que he tenido y por ello decidieron buscar los medios económicos para financiar el grupo completo.
"Debemos convencer a las personas a apoyarnos, a involucrarse y ver este Mundial como suyo. Ahora con una medalla en mano tenemos la mirada puesta en la comunidad de surfeadores adaptados, a los cuales vamos ayudar a formar. Lo que empezó con un solo surfeador y su entrenador, hoy es una representación completa y motivada, lista para inspirar al mundo entero con sus vidas y su pasión por esa nueva esperanza que les trajo el mar", comentó Solano.
Henry Martínez: Baila en el mar sin ver el oleaje
Henry Martínez perdió la vista, a los dos años, por una enfermedad degenerativa, pero su espíritu aventurero y arriesgado le permitió aprender a surfear hace poco.
Este estudiante de Biología y Antropología de la Universidad de Costa Rica aprendió a nadar a los seis años, y se dio cuenta que la conexión con el mar es inevitable.
"Desde los 10 años le dije a mi mamá que quería surfear y fue hace unos meses que aprendí gracias a un curso de inducción. Desde el primer momento fue una conexión conmigo mismo y el mar. Sobre la tabla siento que bailo con las olas y hoy siento una gran ansiedad por participar en mi primer mundial", comentó, Martínez de 21 años.
El joven competirá en la modalidad para personas no videntes. Esto lo hace con un asistente, quien le sostiene la tabla cuando vienen las olas para que haga las maniobras.
"En el agua me ayudan a colocarme, me sujetan la cola de la tabla y me dicen si la ola viene a la izquierda o la derecha. Uno escucha el ruido del mar, pero no puede definir por dónde viene el oleaje. Recuerdo que en mi segundo intento pude pararme en la tabla y la gente no lo creía, pero para mí fue una sensación maravillosa", dijo Martínez.
El oriundo de Tres Ríos considera que es una gran responsabilidad representar al país, lo cual lo emociona. Al mismo tiempo contó que se siente orgulloso cuando le revela a las personas que viajan con él en un autobús, que es seleccionado nacional y que va a Jacó a surfear.
"Las personas se sorprenden y es algo muy bonito, pero para mí el estudio es determinante", concluyó Martínez.
Mattews Vanderlooth Luna: Cada año vence otra discapacidad
Cada año, Mattews Vanderlooth Luna aprende a vivir con una nueva discapacidad.
No obstante, la pasión por el surfing es más fuerte y sin importar los obstáculos, se lanza al mar a cumplir sus sueños.
"Padezco de una enfermedad llamada polineuropatía crónica progresiva, es decir, cada año tengo una nueva discapacidad. Por ejemplo, hace dos años podía mover todos los dedos de mis manos, pero hoy solo puedo mover uno. Soy de los que piensa que la discapacidad está en la mente y cuando ingreso al agua soy un surfista normal y me gusta ganarme el respeto por mi surf", indicó Vanderlooth.
El joven de Montezuma ganó el año anterior la medalla de cobre, es decir el cuarto lugar, en el Mundial en la especialidad de asistidos (requiere de ayuda de una persona para ingresar al agua).
"El cuarto puesto para mí fue una gran motivación porque ayudé a la Selección a terminar de octava entre 22 equipos en el Mundial. Es una forma de motivar a muchas personas a hacer deporte y superarse".
Mattews labora en una tienda junto a sus padres y una vez que termina el turno se marcha a la playa en busca de encontrar el mejor oleaje para entrenar.
"Mis padres siempre me han apoyado y me ayudan en los entrenamientos, sino, alguien de Montezuma siempre está dispuesto a colaborarme y me ayuda a ingresar al mar. Siento que para ellos soy un ejemplo", confesó el joven de 24 años.
Vanderlooth admite que le da miedo ingresar al mar, pero ese temor lo olvida cuando en las olas se siente libre.
Juan Manuel Camacho: Un asalto no detuvo su amor al deporte
Juan Manuel Camacho era un deportista activo. Surfista, corredor de mountain bike y triatleta. En su vida todo era deporte, hasta que en el 2006 quedó en silla de ruedas al recibir un balazo en la columna vertebral, durante un asalto.
Ese ímpetu competitivo y de superación de este profesor de Educación Física, de 39 años, lo tiene a las puertas de su segundo Mundial de Surfing Adaptado, en noviembre.
"Iba llegando a mi casa en Cedros, en San Pedro de Montes de Oca, cuando sucedió el asalto. A pesar de todo lo que pasó, nunca quise dejar de hacer deporte porque surfear es algo natural para mí. Hoy es más que caminar, es lo que me da paz y felicidad, no solo es una terapia", dijo Camacho.
"Tenemos un grupo muy competitivo, que tiene grandes habilidades y poco a poco vamos mejorando. El año anterior éramos solo tres y este año llevamos el equipo completo, lo que nos permite soñar en realizar un buen trabajo, por lo que necesitamos el apoyo de las personas y las empresas para representar al país de la mejor manera", agregó Camacho.
Juan Manuel indicó que el esfuerzo y el empeño que tienen los colaboradores y entrenadores de la Selección Nacional es lo que les ha dado la confianza para cumplir sus metas.
"Este grupo realmente es una familia, todos nos ayudamos y nos apoyamos siempre. No es fácil, pero cada vez que alguno se siente mal, el otro lo ayuda a superarse. Sabemos de la importancia de estar unidos, pese a las dificultades y los obstáculos que se nos presentan", aseguró Camacho.
Axel Zúñiga: Caer de un árbol de mango le cambió su vida
La simple aventura de apear mangos terminó en un grave accidente para Axel Zúñiga, quien al caer del árbol sufrió lesiones en tendones y nervios que dejaron su brazo derecho sin movilidad.
Axel tenía entonces nueve años, lejano al imponente joven de 1, 91 metros que hoy anhela estar en el Mundial de Surfing Adaptado, en noviembre próximo.
"Espero competir en la modalidad de AS2, es decir, personas que no tienen movilidad en algún miembro del tren superior (lo cual afecta las cualidades para mantener el equilibrio y levantarse en la tabla). De niño nunca surfeaba, fue hasta después del accidente que aprendí por iniciativa de mi madre y mis tíos. Quiero buscar una medalla en mi primera participación", acotó Zúñiga.
Una vez superado el colegio, el joven oriundo de Nosara confesó que de momento no tiene claro qué estudiar en la universidad. Mientras tanto se entretiene en las mejengas del pueblo, las cuales asegura le ayudan en la preparación física para afrontar el Mundial.
"Tengo claro que mi surfing está crecimiento, pero para ello debo mejorar la parte física. Es por eso que me gusta mejenguear. Uno nunca aprende por completo, es por eso que trato de aprender de los demás seleccionados, quienes tienen mucha experiencia y además son buenas personas y muy amables".
El joven guanacasteco dice que nunca le tuvo miedo al mar, pero que surfear no era una de sus actividades favoritas hasta que sucedió el accidente.
Su madre y sus amigos fueron los pilares para que intentará meterse al agua a probar algo nuevo tras el accidente que le marcó su vida.
"Hoy el surf es algo muy importante para mí. Espero que podamos lograr los fondos para que el equipo completo pueda asistir al Mundial y ganar muchas medallas", dijo Zúñiga.
Ismael Araya: Deseaba morir tras el accidente
Ismael Araya quedó debajo de un autobús, entre latas retorcidas del vehículo que conducía debido a un grave accidente de tránsito.
El experimentado surfista sufrió lesiones en las piernas, quedó con huesos expuestos y hasta perdidos. Era claro que no iba a volver a caminar.
Sin embargo, a pesar de sus múltiples lesiones, Ismael nunca abandonó su pasión por el surf, al punto de estar hoy a las puertas de su tercer Mundial de Surfing Adaptado.
"Después de 11 meses entre el hospital y la rehabilitación, me volví a meter al mar y realmente fue cuando volví a divertirme, porque el mar es mi vida, sin duda. Decidí que quería surfear de nuevo, y gracias a Dios he tenido el coraje para lograrlo", aseguró Araya.
El atleta de 35 años confesó que antes de regresar al mar pasó por su mente la posibilidad de quitarse la vida, pero una vez que volvió a sentir las sensaciones del agua y esa conexión que siempre existió, supo que todo cambiaría para bien.
"Después de lo vivido en el 2015 asistimos a nuestro primer Mundial Adaptado y quedamos en el puesto 19 en mi categoría. Para el 2016 nos ubicamos de quintos y este año esperamos ser los campeones mundiales. Sé que tengo el coraje y con la ayuda de Dios puedo lograrlo", recalcó Araya.
Ismael mira optimista el futuro, confesó que después de ser un joven problemático y hostil, varió su forma de ver la vida y ese cambio positivo lo pudo notar cuando tuvo el accidente, pues las personas se acercaron a ayudarle a pesar que en el pasado su comportamiento y sus actos no fueron los mejores.
"Ese accidente fue el mejor accidente en toda mi vida. Se dieron cosas maravillosas, me dio una nueva oportunidad y hoy trato de aprovecharla. Soy instructor de surfing, juez del Circuito Nacional y renové mis estatutos como salvavidas. Me siento muy bien y le doy gracias a Dios porque puedo motivar a otros jóvenes", indicó Araya.
Natalia Vindas: El océano la llena de energía y paz
En la Selección de Surfing Adaptado, Natalia Vindas encontró una familia que le enseñó a vencer sus temores y buscar nuevas metas en su vida.
Natalia es la única mujer dentro del equipo patrio que representará al país en la cita mundialista en La Joya, California, Estados Unidos, en noviembre. El vínculo con sus compañeros la hizo más fuerte y competitiva.
"Hace nueve años sufrí un accidente en un vehículo mientras ejercía mi profesión como ingeniera civil y quedé en silla de ruedas, pero Dios, mi familia y esos 'locos' de la Selección me ayudaron a superar las barreras. Hoy estoy orgullosa de pertenecer a este grupo de personas maravillosas, que nos apoyamos unas a otras a salir adelante", aseveró Vindas, quien reside en Heredia.
La ingeniera de 32 años recordó que fue su amigo Juan Manuel Camacho, quien la invitó a surfear y desde entonces quedó enamorada del deporte y las sensaciones que se experimenta al entrar al agua.
"Fue en Jacó, estaba lloviendo y nos metimos al agua. Las olas eran perfectas, fue chivísima y la adrenalina era intensa. Grité de la emoción, fue una sensación única, el mar transmite mucha energía y paz. No importa si tocas fondo, siempre es un aprendizaje completo", añadió Vindas.
Natalia confía en participar en su primer mundial. Para ello, espera tener la ayuda de la empresa privada para él y sus compañeros de equipo.
"Tenemos buenas posibilidades, hemos entrenado mucho en Jacó. Somos disciplinados y los entrenadores nos ayudan a mejorar. Esperamos estar en el podio", indicó Vindas.