La surfista Leilani McGonagle no oculta que estaba vuelta loca al tener prohibido ingresar al mar, para entrenar, debido a las restricciones sanitarias en nuestro país por la pandemia del covid-19.
Recién llegada de Australia, donde estaba compitiendo en los torneos de la World Surf League (WSL), Leilani aseguró que en marzo vivió momentos estresantes, debido a las medidas del Ministerio de Salud.
Es por eso que durante este primer semestre del año decidió enfocarse en finalizar sus estudios de comunicación en el FootHill Community College, con sede en California, Estados Unidos, los cuales llevaba mediante cursos en línea.
Leilani concluyó la semana anterior su diplomado con notas de honor, pues durante los dos años y medio de carrera aprobó todas sus materias con notas superiores a 90.
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Ahora su próximo paso es seguir la especialidad de Relaciones Públicas en el California State University Bakersfield (CSUB), durante los dos siguientes años.
“Fueron dos años de mucho sacrificio. Al tener que viajar constantemente para competir en los eventos, muchas veces tuve que cambiar o acomodar los vuelos o bien salir corriendo de los aeropuertos porque tenía que aplicar un examen o realizar un trabajo extra. Debía estudiar en los descansos de las competencias y en las escalas de los aviones, para preparar los exámenes” contó McGonagle.
La oriunda de Pavones, en Golfito, recordó que a pesar de ser subcampeona del mundo de la ISA, ser seleccionada nacional en campeonatos mundiales o pelear un puesto para los Juegos Olímpicos por nuestro país, nunca recibió un trato preferencial por parte de la institución académica o los profesores.
“Me acuerdo que una vez le comenté a un profesor que me iba de viaje porque tenía que competir y era justamente el día que tenía que presentar un examen. Él me dijo que esto era la vida real y debía realizar el examen ese día y no tenía otra opción más que cambiar mi vuelo”, recordó McGonagle.
Deporte y estudio. Una de las mayores satisfacciones de Leilani es demostrar que el deporte y los estudios pueden llevarse de la mano, aunque es claro que es necesario sacrificarse y anteponer el orden y la disciplina a la diversión.
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“Muchas personas aún piensan que el surfista es un vago, que pasa de fiesta en la playa. Pero eso no es así. Uno como deportista profesional debe también estudiar, tener una carrera. El surfing es un estilo de vida y como muchos atletas en el mundo podemos ser un ejemplo y demostrar que se puede combinar el deporte y el estudio, aunque es claro que se deben hacer sacrificios”, manifestó McGonagle.
Leilani explicó que siempre ha visto el surf como su profesión y el estudio como un plan B, no obstante, con el paso del tiempo se dio cuenta de la importancia de aprender y prepararse para el futuro.
“Me gustó mucho aprender. Ahora veo el estudio como un complemento el cual me puede ayudar en mi carrera deportiva. Como surfista uno debe aprender a comunicarse con todo tipo de personas. A negociar contratos con patrocinadores y participar en campañas. En esos aspectos me ayudó mucho la profesión que escogí estudiar, me da confianza porque ahora tengo un plan que me respalda y hemos ido evolucionado”, enfatizó McGonagle.
Aunque festejó el logro académico con su familia, con todo y birrete, de momento no tendrá el diploma en sus manos, pues ante las restricciones no pude viajar a Estados Unidos a retirarlo.
“Tengo familiares en California que me van a retirar el diploma. Se lo darán a mi abuelita, ella me lo cuidará y cuando estemos por allá, por alguna competencia, lo vamos a retirar. Es muy emocionante el saber que culminamos una etapa y pronto vamos a continuar con otra”, dijo McGonagle.
El siguiente paso para la atleta nacional es conocer qué pasará con la temporada de la WSL, el campeonato mundial y por supuesto la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio.
“Estamos esperando el llamado de la WSL para conocer si se abren las fronteras de los diferentes países en julio, si continúan los eventos o bien se suspenden este año porque hay muy poco tiempo para reprogramarlo. Disfruto estar en casa, tenía tres años de no estar tanto tiempo con mi familia, por lo que hay que aprovechar el tiempo entrenando y mejorando mi surfing. Cuando volvieron a abrir las playas la verdad hasta me dolían mis cachetes de la sonrisa en mi rostro por poder surfear”, aseguró McGonagle.