CHANDLERS CROSS, Inglaterra. AP y EFE. Tiger Woods ni siquiera tuvo que sudar para ganar su sexto título consecutivo en el tour de la PGA. Se limitó con tener paciencia.
El estadounidense emuló su récord previo de victorias consecutivas al ganar el American Express Championship. Pese a dos interrupciones por lluvia, Woods se alzó con el título con una ventaja de ocho golpes y luego de firmar una anotación de 67 en el tramo final.
Fue el octavo triunfo de Woods en la temporada, el primer golfista en la historia del tour que gana al menos ocho torneos en tres temporadas. Sam Snead, Byron Nelson, Ben Hogan y Arnold Palmer lo hicieron dos veces cada uno.
En una semana marcada por el fallecimiento de Nelson a los 94 años, la actuación de Woods despertó la curiosidad si el récord de 11 victorias consecutivas de Nelson es intocable.
Sin embargo, Woods anunció que va a tomarse un descanso.
“Voy a parar ahora. Tengo ganas de relajarme y a apartarme del golf un poco. He jugado siete de las nueve últimas semanas y es demasiado. Estoy algo cansado”, reconoció el norteamericano.
Woods apuntó que estaba muy satisfecho con su juego. “Todo ha ido muy bien esta semana. Es divertido cuando golpeas la bola realmente bien y lo tienes todo controlado”, señaló.
El estadounidense añadió que para él ha sido un “buen año”. “Nueve victorias, con dos majors y varios del Campeonato Mundial es algo muy bueno. Todas esas cosas que he trabajado en los últimos años han salido. Es agradable ver los frutos de toda esa dura labor”.
Esta se trató de su presentación más dominante de una racha que inició en julio en el Abierto Británico. El juego de Woods fue tan arrollador que se paseó 36 hoyos consecutivos sin perder el green.
Acabó con anotación de 261 golpes, 23 bajo par, y ocho de ventaja sobre el australiano Adam Scott.