Turrialbeño forja medallas de oro con sus pies en Juegos Nacionales

Nacer con parálisis cerebral, nunca alejó del deporte al turrialbeño Kenneth Monge Ramírez, quien se moviliza en una silla de ruedas especial y es el gran orgullo de sus padres.

Ni siquiera cuando le quebraron la nariz mientras jugaba fútbol en el equipo de Olimpiadas Especiales, se desanimó para continuar jugando y busca nuevos retos personales, como explicó su madre, Hannia Ramírez. Junto con su esposo, Alexander Monge, viajaron ocho horas desde Turrialba hasta Santa Cruz, Guanacaste, para ver a su hijo participar en los Juegos Nacionales Guanacaste, en la disciplina de boccias.

Las boccias es una disciplina de precisión para paratletas con parálisis cerebral, que se juega con la mano o con el pie. El participante debe evidenciar problemas al coger y lanzar la bola, con dificultades en la coordinación general y la fuerza de lanzamiento.

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“Los paratletas se colocan en una cancha de 12x6 metros y lanzan las boccias a través de diferentes estrategias para tratar de sumar la mayor cantidad de puntos, acercando las boccias a una boccia principal en el centro del campo de juego”, explicó Andrés Carvajal, presidente del Comité Paralímpico Nacional (CPN).

Para Kenneth Monge, de 32 años, son sus segundos Juegos Nacionales y en los anteriores ganó una medalla de oro en Palmares en su categoría, lo que demuestra su compromiso y disciplina para entrenar de cara a sus competencias.

Sus padres, quienes asistieron a apoyarlo desde la campiña azucarera, miraban y sonreían orgullosos mientras apoyaban a Kenneth. El joven atleta, antes de lanzar la pelota con sus pies cubiertos con medias, los miraba fijamente, como esperando la aprobación en cada jugada.

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“Para mí es un orgullo como papá ver el esfuerzo que él hace y su determinación para jugar. Hace que valga la pena viajar ocho horas para verlo. Estamos muy contentos con sus triunfos, pues para él es muy importante y lo hace valer como atleta y como persona”, comentó el orgulloso padre en un video enviado por el periodista Olman Mora.

Doña Hannia, quien usaba una camiseta con el rostro de su hijo en la espalda, tampoco pudo contener la emoción y recordó cómo aquel “chiquillo” siempre fue inquieto y amante del deporte, por lo que lo han animado a romper sus propias barreras.

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“Desde que dejó de ser portero del equipo de Olimpiadas Especiales, se concentró en las boccias. Sus entrenadores lo han apoyado mucho y nosotros también. Él sueña con competir fuera del país y darle medallas a Costa Rica. Solo Dios sabrá a dónde va a llegar”, expresó Ramírez.

Hasta el propio ministro de Deportes, Royner Mora, contuvo sus lágrimas al ver lo que realizaba el turrialbeño.

“Te felicito, realmente eres un ejemplo”, dijo Mora, y Kenneth, quien no puede hablar pero todo lo entiende, sonreía y sonreía.