La pandemia del covid-19 dejó sin ingresos a mujeres jefas de hogar de las comunidades de Cimarrones de Siquirres y Villa Nueva de Quepos, quienes llevaban el sustento a sus familias, a pesar de sus limitaciones laborales.
Madres que deben atender a hijos en condiciones especiales, esposas que velan por sus parejas que quedaron en sillas de ruedas o hijas que atienden a sus padres adultos mayores y enfermos, son algunos de los ejemplos por los cuales la ultramaratonista Sandra Mejía se decidió a correr 280 kilómetros para recaudar fondos para estas familias.
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Mejía, una experimentada corredora que ha competido en Europa, América, incluso en la isla de Hawái, espera completar la travesía entre el 18 y 20 de setiembre, en el denominado Camino de Costa Rica entre Quepos, en el Pacífico, y Siquirres, en la Zona Atlántica, por la montaña y pasando por una reserva indígena.
Sandra será acompañada en su travesía por Pablo Cob e intentará completar el recorrido en 80 horas. Solo se detendrá para descansar en tres puntos determinados, por al menos una hora, para alimentarse, realizarse un chequeo y descansar un poco.
En el año anterior, Mejía completó dos de lo eventos más exigentes del mundo de las carreras de resistencia, las ultramaratones de Mont Blanc TDS en Francia y el Tor Des Geants en Italia, pruebas de 145 y 357 kilómetros respectivamente, por lo que tiene experiencia en estos desafíos.
“Cuando me propusieron hacer esta carrera me fascinó la idea. Ayudar a jefas de hogar que la están pasando mal y no tienen cómo llevar el sustento a sus hogares. Si para un hombre es difícil encontrar trabajo en estos tiempos, para una mujer lo es aún más. Por eso deseamos ayudarles y esperamos que todas las personas puedan colaborar con esta causa”, aseguró Mejía.
La atleta saldrá del hotel Mono Azul en Quepos el 18 de setiembre a las 5 a. m. y culminará la travesía en el muelle Goshen el día 20, entre las 3 y 6 p. m.. En total habrá 4 lugares para descansar en Finca Lirios en Tarrrazú, Verde Sana Lodge en EL Guarco de Cartago, Cabaña Margarita en Humo de Pejivalle y Finca Tres Equis en Turrialba, así como 20 puestos de asistencia.
“El Camino de Costa Rica es una travesía utilizada para realizar caminatas turísticas. Es de un 30 por ciento de asfalto y un 70 por ciento de caminos de lastre y montaña. Además debemos atravesar un sector que es parte de una reserva indígena, de difícil acceso y selva virgen, por lo que ese tramo debo hacerlo acompañada", comentó Mejía.
Por los necesitados. Sandra tiene claro la situación que afronta el país, debido al coronavirus, pero confía en que las empresas privadas y el público en general pueda hacer donaciones para mujeres que necesitan ayuda.
“Es claro que hoy en día todos pasamos por momentos difíciles, pero en este caso son mujeres trabajadoras y valientes. Todas los personas que desean colaborar lo pueden hacer en las Pastelerías Trigo Miel, Stiefel Pub en Escazú, El Barto en Plaza Collados en Lourdes de Montes de Oca y Plaza Aguilar en San Joaquín de Flores”, agregó Mejía.
Sandra añadió que si alguna persona desea colaborar antes del arranque de la prueba o bien durante la misma y no pueden llegar a los puntos antes mencionados, se pueden comunicar con ella mediante el correo electrónico sanmejia@hotmail.es
Al consultarle sobre su preparación, la corredora manifestó que debido a las restricciones durante los últimos seis meses ha sido un poco complicado, pero siempre se ha mantenido entrenando y aunque está prueba no la tenía en su calendario, es importante para estar activa.
“En enero habíamos corrido un evento de 100 millas en Hawái y en febrero gané por tercer año consecutivo la prueba de 100 kilómetros Fuego y Agua, en la isla de Ometepe en Nicaragua, donde incluso impuse un nuevo récord en la categoría femenina (22:58:34). Físicamente estoy bien y espero terminar en menos de 80 horas este evento que haremos por las personas necesitadas”, dijo Mejía.