Hace once años, Gustavo Arias invitó a Pedro Barrantes a colaborar en la Carrera del Chirripó, lo que no se imaginó el comerciante de Pérez Zeledón es que quedaría enamorado del pueblo y la competencia de campo traviesa.
Don Pedro, a través de la Marisquería Don Beto, patrocinó la cena de pasta y al año siguiente se hizo cargo de ayudar a un grupo de indígenas que bajaron a la montaña a correr, lo que continúa haciendo y espera que su familia siga con ese legado cuando él ya no esté.
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“Al principio ellos hacían la carrera en zapatos o hasta botas de hule, en pantalones cortos de mezclilla y camisetas. Vi la necesidad de ayudarles un poquito y aquí estamos. Ahora también les hago una fiestica a todos, incluso vienen indígenas de la tercera edad a compartir con nosotros”, dijo Barrantes.
El comerciante generaleño les compra tenis y les da uniforme a los 11 indígenas que corren la competencia, así como vendas y algunas otras cosas que necesiten para la carrera.
“Nunca me he puesto a pensar cuánto dinero gasto. Para mí es como devolverles algo de los que les quitamos en el pasado. Ellos con cualquier cosa están felices, son como niños, aún guardan esa inocencia de la gente buena”, comentó Barrantes, quien mediante su restaurante trata de solventar las necesidades de los corredores.
El empresario confesó que hay personas que se le han acercado en el pasado con el fin de patrocinar a los ganadores, pero él siempre insistió que la idea no es solo colaborar con los que ganan, sino con todos los indígenas que participan en la carrera, por lo cual lo ha descartado.
“Para mí todos son importantes, desde el momento que deciden caminar por dos días para llegar a San Gerardo tienen su mérito. A mí las mujeres indígenas me dicen que yo no llegaría donde ellas viven, porque el viaje es muy pesado. A mi gustaría ir algún día a visitarlos en su pueblo, pero yo sé que no llego. Tal vez alguna vez vaya en helicóptero”, manifestó Barrantes.
Pero el generaleño no solo les ayuda para la prueba en el Chirripó, también coopera con ellos en eventos en la zona sur, como la Carrera de La Mora en la comunidad de El Jardín que se realizó el fin de semana, la Carrera del Agua, la competencia al Cerro Cabécar el 11 de marzo y el 28 de marzo un equipo de indígenas correrá una maratón de relevos entre Osa y Pérez Zeledón por primera vez.
Don Pedro aseguró que es complicado para los indígenas varones ganar las competencias porque llegan cansados y no es fácil para ellos, pero en mujeres tiene claro que pronto Andrea Sanabria deberá cederle su lugar a una joven de 18 años.
“Se llama Noilly, iba a debutar este año en la carrera, pero acaba de tener su segundo hijo. Ella ya le ganó a Andrea en otras competencias es muy fuerte y tiene una gran determinación. Estoy seguro va a ser la sucesora de Andrea”, sentenció Barrantes.
Don Pedro admitió que está muy orgulloso de su hijo Anthony, quien es médico y actualmente se encuentra en la comunidad de San Marco atendiendo a los indígenas, ayudándolos, tal y como él lo hace en la carrera.
“Mi hijo Anthony tuvo que intervenir en su primer parto. El helicóptero no llegó a tiempo para trasladarla a la muchacha hasta Pérez Zeledón y él lo trajo al mundo. Como agradecimiento la indígena le puso al niño Anthony Galeano. Es un gran motivación para él y para mí también porque allá las personas lo respetan mucho y le preguntan y hablan cosas buenas de mi familia”, dijo Barrantes.