El triunfo y el récord de Juan Diego Castro Villalobos en la prueba de los 800 metros lisos durante el Campeonato Centroamericano de Atletismo mayor, que se realiza en el Estadio Nacional, llena de orgullo al joven de 21 años, que después de tres años volvió a representar a Costa Rica en un torneo internacional.
Juan Diego, quien corre para la Universidad de Oklahoma State, donde estudia mercadeo, está a punto de culminar una buena campaña donde batió marcas en la modalidad bajo techo y representó a su centro de estudio en las mejores pruebas atléticas universitarias, pero se quedó “corto” en su deseo de hacer la marca para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio.
El atleta josefino se impuso este sábado en el evento de los 800 metros con un tiempo de 1 minuto 49 segundos y 87 centésimas (1:49:87). dejando atrás el registro de 1:50:58, que estaba en poder del panameño Chamar Chambers en el 2017. Precisamente Chambers fue segundo con 1:50:17, seguido por George Vicent Erazo de El Salvador con 1:51:81.
“Lo de Tokio quedó descartado, me quedé corto. A mitad del año no logré el rendimiento que tenía planeado, pero logré mejorar mis marcas y eso me pone feliz. Ahora tengo los ojos puestos en los Juegos de París 2024, donde creo tener muy buena y sólida proyección”,. comentó Castro, quien este domingo por la mañana correrá los 1.500 metros lisos.
Juan Diego confesó que asistir a las justas niponas había sido un tema confuso para él, además que durante el último año una lesión muscular en la pierna izquierda le impidió tener un trabajo de base más fuerte que le hicieran cerrar el año competitivo de una mejor manera.
“Pasé por diferentes etapas en los últimos dos años, como fue el ingreso a la universidad, donde varió mi estilo de vida y ambiente, así como la adaptación a los cambios de entrenamientos. Fue un gran reto, pero hoy me siento bien acomodado, siento que estoy en el lugar indicado y puedo llevar muy bien el proceso a París 2024″, aseguró Castro.
Retorno a casa. Después de tres años sin competir en el Estadio Nacional, Juan Diego regresó para imponer un nuevo récord en la prueba de los 800. Desde el arranque salió fuerte dominando la prueba de principio a fin y cerrando con comodidad, sin embargo, no pudo mejorar su mejor marca personal de 1:48.06.
“Más allá del tiempo y la medalla, lo que me enorgullece mucho y me hace muy feliz es volver a ponerme la camiseta de Costa Rica. Desde el 2018 no me representaba a mí país, debido a una variedad de razones, como lesiones y además estuve enfermo en 2019, por lo que tener esas sensaciones de vestir la camiseta de Costa Rica al final me hace muy feliz y me motiva para el futuro”, agregó Castro, quien aún debe competir en el Campeonato NACAC el 10 y 11 de julio y el Panamericano Junior en Colombia, en diciembre.
Otra atleta que las lesiones le impidieron luchar por un cupo a Tokio fue la velocista Desiré Bermúdez, quien se dejó la presea dorada en los 800 metros lisos con un tiempo de 2:17:65, seguida por las también costarricenses Lissette Ramírez con 2:19:88 y Mónica Vargas con 2:24:24.
Desiré no ocultó su frustración de no poder competir y ver cómo se alejó la opción olímpica. Desde el 2013 la atleta no participaba en un campeonato centroamericano en el país.
“Es la primera vez que hago un 800 en un centroamericano. Este año el 800 metros, luego de una lesión muscular que me evitó hacer velocidad, por lo que estaba realizando trabajos de resistencia. Aún tengo que manejar los ritmos de la carrera, pero estoy muy contenta con el resultado. Lo importante era lograr la medalla de oro para Costa Rica y ahora prepararme para el 400 de mañana, que será muy peleado”, dijo Bermúdez.
Además de las preseas doradas de Castro y Bermúdez, también se dejaron el primer lugar para nuestro país Abigal Obando en el salto de alto con 1.77 metros y Deisheline Mayers, en la impulsión, con 13:84 metros.