La decisión del costarricense Warner Rojas Chinchilla de ser uno de los últimos montañistas de salir del Campo Base rumbo a la cima del Monte Everest, le permitirá vivir una de las experiencias más importantes de su vida, según sus propias palabras.
El nacional, quien busca llegar a la cumbre del mundo por segunda ocasión, tras lograrlo el 24 de mayo del 2012, asistirá al escalador mexicano no vidente Rafael Jaime Jaramillo, quien espera ser el primer latinoamericano, en su condición, en lograrlo.
Warner le explicó a La Nación, horas antes de partir este jueves, que Jaime Jaramillo tenía previsto intentar hacer cumbre con su compatriota Omar Álvarez, pero sufrió un edema pulmonar (exceso de líquido en los pulmones) debido a la altura, lo que lo obligó a desistir, pues ponía su vida en riesgo. Es por ello que el médico de Campo Base, el iraní Behrouz Moghaddasi, le pidió ayuda para el azteca.
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El escazuceño, quien inició su empuje final a la cumbre del Everest, espera lograr alcanzar el punto más alto del planeta el próximo 23 de mayo, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.
“A Rafael y Álvaro los conocí en setiembre del año pasado, cuando estábamos intentando hacer cumbre en el Manaslu, pero las condiciones meteorológicas no nos lo permitieron. Hicimos una buena amistad y por esas cosas de la vida nos volvimos a topar acá en Nepal y en el Campo Base, donde me contaron su proyecto, el cual es muy interesante y ambicioso”, comentó Rojas.
El tico indicó que mientras estaba en el Campo Base lo buscaron y le pidieron su colaboración para el aventurero azteca, quien perdió la vista a los 18 años luego de ser diagnosticado en su infancia por una retinoblastoma bilateral, un cáncer que le provocó la extracción del glóbulo ocular derecho a los 4 años y el izquierdo a los 18 años.
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“Hablé con mi sherpa, porque Rafael necesitaba una persona que le ayude a pasar las secciones de cuerdas y las escaleras sobre las grietas en la Cascada del Khumbu, que es una de las zonas más peligrosas. Él necesita una persona que hable español y le pueda dar las instrucciones en su idioma y así no corra peligro en su travesía. Es un gran montañista por lo que decidimos ayudarlo.”, enfatizó Rojas.
Todo cambia
Para el escazuceño, alcanzar la cima del Everest ahora toma una dimensión diferente, pues ser tomado en cuenta para ser parte de la expedición del mexicano le llena de motivación y al mismo tiempo es un compromiso para hacer aún mejor las cosas, hasta donde lo permita la montaña.
“La expedición para mí ahora tiene otro sentido. Es una experiencia muy bonita, porque ya no es solo subir a la cumbre. Ahora es poder ayudar a una persona en sus condiciones de no vidente a cumplir la ilusión de llegar a la cumbre del mundo, lo cual es un reto aún mayor. Es una manera de demostrar a muchas personas que sí se pueden hacer cosas y Rafa es un claro ejemplo”, destacó Rojas.
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Warner expresó que Rafael Jaime Jaramillo y su compañero Omar Álvarez tienen experiencia en la montaña al haber escalado el Aconcagua en Argentina (6.961 msnm), el Pico Orizaba en México (5.636 msnm), el Monte Denali, en Alaska (6.190 msnm) y también intentaron el Manaslu en Los Himalayas, pero no lograron. Además los aztecas también se desempeñan como conferencistas.
“El plan es ayudarlos a pasar la Cascada del Khumbu y llegar al Campo 2. Allí vamos a revaluar cómo se siente Rafa y veremos si continuamos colaborando con ellos hasta el Campo 3, aunque me encantaría subir con él a la cima del Everest. Igual debo tomar una decisión porque en mi caso también tengo planeado ascender a la cumbre del Lhotse, cuatro días después del Everest”, manifestó Rojas,
Rafael Jaime Jaramillo es un reconocido atleta no vidente en México. Oriundo de Guadalajara, participó en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro Brasil en 2016. Compitió en diversas maratones, completó ultramaratones, así como competencias de ciclismo y eventos de Ironman de triatlón. Espera ser el primer mexicano y latinoanericano ciego en llegar a lo más alto del Monte Everest, a sus 35 años.