Warner Rojas Chinchilla tomó su mochila, salió de su casa y empezó la caminata por el sendero, junto sus perritas Chelsea y Boni, mientras los recuerdos de su infancia empezaron a trasladarlo en el tiempo, al repasar sus aventuras por el río Agres y los trillos cercanos, cuando por primera vez llegó al punto más alto del Cerro Pico Blanco, en Escazú.
El montañista costarricense partirá este domingo a Nepal para intentar conquistar, a finales de mayo, por segunda ocasión el Monte Everest, la montaña más alta del planeta con 8.849 metros sobre el nivel del mar (msnm), tal y como lo hizo en mayo del 2012.
Esa caminata por más de seis horas con un numeroso grupo de amigos fue la despedida perfecta para Warner, al compartir anédotas, bromas, historias y un café o una buena agua dulce en lo más alto del cerro. No solo lo llenó de optimismo, sino de una gran motivación para alcanzar su objetivo.
“Fue muy lindo subir al Cerro Pico Blanco, por una ruta que es un poco diferente con amigos, con quienes compartí momentos muy importantes y también con mi esposa Tessa, quien es fundamental para mí, junto a mis hijos. Fue gratificante e impirador para seguir en la lucha y alcanzar nuevamente la cumbre del Everest, como lo hicimos en 2012″, comentó Rojas.
El escazuceño estuvo atento a sus compañeros, guiándolos y dándoles consejos para evitar algún tropiezo o una caída en los senderos complicados por las raíces, las piedras sueltas y algunas partes resbaladizas por los lluvias en la montaña.
“Me gusta ir a Pico Blanco. Me gusta ir a despejarme y también, de alguna forma, por respeto a la montaña y pedirle permiso para lo que viene. En Nepal son normales las ceremonias donde le pides permiso a la montaña, allí lo aprendí y sobre todo el significado, porque es la manera de encontrarnos con la naturaleza”, manifestó Warner.
Rojas primeramente volará este domingo a Panamá y de allí se estará trasladando a Bilbao, España, donde tiene parte de su equipo para escalar, primero el Everest y al día siguente el Monte Lhotse, que es la cuarta montaña de mayor altitud en el planeta con 8.516 msnm.
“El sentir esas buenas vibras, de tantas personas, es gratificante. La verdad la pasamos muy bien, porque nos gusta la montaña, caminar por los senderos y compatir experiencias nos llena de mucha emoción. Porque empecé caminando solo y hoy cuento con grandes amigos para vivir estas experiencias”, manifestó Rojas.