Madrid. Martín Palermo, el argentino que vino como la esperanza del modesto Villarreal, anotó ayer su primer gol en la liga española de futbol para contribuir a que su equipo venciera al Oviedo por 3-1.
Villarreal se mantiene en la quinta posición del certamen.
El equipo de Palermo, que jugó con un hombre menos tras la expulsión a los 44 minutos de Javier Gracia, al ganarse la segunda amarilla por protestar un más que dusoso penal, desplegó un gran juego en el Carlos Tartiere y fue muy superior a su rival.
El polémico penal señalado al filo del descanso, al tocar Javier Gracia el balón con el antebrazo, fue transformado por el yugoslavo Djordje Tomic, lo que permitió al Oviedo irse al descanso en ventaja de 1-0.
Pero el Villarreal, a pesar de estar en inferioridad numérica, dio la vuelta al marcador en apenas diez minutos.
Palermo encabezó la reacción del equipo. En el minuto 61, el argentino aprovechó un rechazo de la defensa del Oviedo para fusilar con la zurda a Esteban e igualar el partido.
Dos minutos más tarde, Unai Bergara ponía el 2-1 en un tiro libre directo raso que atravesó la barrera y sorprendió al arquero del Oviedo sin que pudiera alcanzarlo.
En el 70, Jorge López cerró el marcador con un remate cruzado al segundo palo.
"Cuando no marco me falta algo y por eso hoy (ayer) ha sido un triunfo completo", señaló el delantero argentino tras el encuentro, mostrándose "feliz" por haber anotado su primer tanto y por la victoria de su equipo.
Ajeno a la polémica suscitada en los últimos días acerca de la posibilidad de que su pasaporte italiano sea falso, Palermo se mostró muy combativo durante todo el encuentro y creó mucho peligro en las cercanías de la portería del Oviedo.
Palermo agregó que, a pesar del resultado final, el Real Oviedo "demostró por qué es duro como local", aunque ayer se encontró con un Villarreal que jugó "de tú a tú" en busca de una "valiosa victoria".