Ciudad de Panamá. Con mucho aplomo en sus palabras, varios integrantes de la selección panameña coincidieron ayer en que harán respetar la cancha del Rommel Fernández, mañana, cuando enfrenten a Costa Rica por la sétima jornada de la hexagonal final al Mundial 2006.
El partido, que se disputará a las 8 p. m. (7 p. m. hora tica), es transcendental para los canaleros debido a que solo tienen dos puntos después de seis fechas.
"Vamos a estar ante nuestra gente y creo que les debemos un triunfo. Luego de la derrota que sufrimos en Guatemala -17 de agosto anterior-, cuando nos anotaron en el último minuto, debemos lavarnos la cara", manifestó Jorge Dely Valdés.
Para Valdés la responsabilidad es mayor si se toma en cuenta que hicieron grandes cosas en la pasada Copa de Oro.
"No nos basta con los dos puntos que tenemos. La gente quiere vernos triunfar".
De Costa Rica, el atacante señaló que ha variado mucho tras la salida del colombiano Jorge Luis Pinto y el regreso de Guimaraes.
"Es difícil decir algo sobre un rival que está con entrenador nuevo. Sabemos que tienen hombres muy importantes, pero lo que importa acá es que debemos ganar".
Rolando Brown, otro atacante, indicó que lo que hagan los ticos no es importante si todos sus compañeros manejan la misma idea.
"Queremos la victoria y es lo único que me interesa", dijo Brown con cierto tono de arrogancia.
"Vamos a salir a buscar el triunfo desde el primer minuto. Es nuestro deber hacer respetar la cancha y seguir con vida en la eliminatoria", añadió.
Aunque coincidió en el hecho de que Panamá está obligado a triunfar, el guardameta Jaime Penedo aceptó que Costa Rica es un rival que puede complicar las cosas.
"Aquí no solo juega la presión, sino que los ticos practican buen futbol. Ellos cuentan con un cuadro bien plantado y que puede sorprender en cualquier momento", expresó Penedo mientras atendía a niños y jóvenes.