Pogacar vuelve a ganar en los Pirineos y pone cuesta abajo su tercer Tour

Dos etapas pirenaicas siendo el mejor subiendo puertos, para poner cuesta abajo su victoria en la general del Tour de Francia. El esloveno Tadej Pogacar se impuso en la 15ª etapa, con final en Plateau de Beille, lo que le deja con más de tres minutos sobre su principal rival, Jonas Vingegaard, a falta de seis etapas para el final.

Pogacar (UAE), que había subido a rueda de Vingegaard la primera parte de la última ascensión del día, soltó amarras sobre el danés a poco más de 5 kilómetros para meta, para lograr su tercer triunfo parcial en este Tour -14º en su carrera-, que lidera con una ambición sin límites y mostrándose más fuerte que el jefe de filas danés del Visma, que fue segundo también en meta.

La etapa calcó la clasificación final de la víspera, también en los Pirineos, con los tres primeros de la general ocupando los tres primeros puestos del día: Vingegaard, con el maillot a lunares de la montaña dado que el líder de esa clasificación -Pogacar- lucía el amarillo, entró a 1:08 del esloveno, y el belga Remco Evenepoel a 2:51.

Si la víspera la cuarta plaza había sido para el español Carlos Rodríguez (Ineos), en esta ocasión llegó cuarto a meta Mikel Landa, lugarteniente de Evenepoel en el Quick-Step, a 3:54 de Pogacar.

En la víspera de la segunda jornada de reposo que dará paso a la tercera y última semana de la carrera, Pogacar cuenta con 3:09 de ventaja sobre Vingegaard y 5:19 sobre un Evenepoel que tiene casi asegurado el podio y el maillot blanco de mejor joven en su primera presencia en el Tour.

Unas desventajas que el danés deberá recortar en los Alpes y en la crono final si quiere conquistar un tercer Tour consecutivo, y evitar un cada vez más cercano doblete de Pogacar Giro-Tour en el mismo año, algo inédito desde que lo lograse Marco Pantani en 1998. ‘El Pirata’ ganó precisamente la etapa con final en Plateau de Beille aquel año.

El vencedor esloveno de los Tours de 2020 y 2021 tomó así el relevo del español 'Purito' Rodríguez, ganador en Plateau de Beille la última vez que el Tour pasó por ese puerto de casi 16 kilómetros con una pendiente media del 7,9%.

No hubo, pues, victoria de un corredor francés en el día de la fiesta nacional de Francia. Lo habían intentado el español Enric Mas (Movistar) y el ecuatoriano del EF Richard Carapaz, a los que la última subida se les hizo demasiado larga.

La Locomotora de Carchi, al menos, logró el premio de la combatividad del día, pero ambos deberán seguir luchando para estrenar su casillero de victorias en el Tour.

Carapaz y Mas conformaban una escapada de nivel con otros nombres como Jai Hindley, Laurens De Plus y Tobias Johannessen, pero todos ellos fueron sucumbiendo a la ambición de Pogacar en esta etapa de casi 200 kilómetros y con cinco puertos bajo un fuerte calor y de nuevo nutrida presencia de espectadores.

"Comienza a ponerse bien. Ahora cuento con una ventaja confortable, habrá que seguir concentrado en las seis últimas etapas y conservar esa misma mentalidad", celebró Pogacar, que confesó que "no había imaginado nunca" encontrarse esa posición al término de la segunda semana.

"Queríamos ganar la etapa y recuperar tiempo", declaró el director deportivo del Visma, Grischa Niermann. "Pero Pogacar fue demasiado fuerte. Chapeau para Tadej y el equipo UAE. Tienen una gran ventaja ahora. Pelearemos hasta el final, pero todo el mundo ve que Pogacar es el más fuerte en este Tour".

El lunes será la última ocasión para reponer fuerzas, reafirmar, o modificar objetivos, y planear la estrategia antes del regreso al asfalto, el martes con una etapa llana de 187 kilómetros entre Gruissan y Nîmes.