Manfred Ugalde sorprendió el fin de semana, después de la fecha FIFA de noviembre, al marcar en un solo partido cuatro goles con su club, el Spartak Moscú. El delantero lo hizo luego de no conseguir anotar frente a Panamá en la serie de cuartos de final de la Liga de Naciones.
¿Por qué Manfred brilla con su club, pero le cuesta más con la Selección?
Para los conocedores del balompié, la respuesta parece ser sencilla. En Costa Rica, a Manfred lo afecta una disposición táctica reservada, mientras que en sus equipos—Saprissa, Lommel, Twente o ahora Spartak—él ha encontrado planteles más lanzados al ataque.
“Es una situación lógica; en los equipos, Manfred juega dentro del área. Él es un definidor y es allí donde debe estar. En cuanto a la Selección, tiene una función como armador y se desespera por buscar volumen de juego, lo que le complica el panorama”, aseguró Rolando Fonseca, exseleccionado nacional.
Manfred siempre ha encontrado abastecimiento con un enganche, dos hombres abiertos y otro punta que haga una labor de desgaste similar a la que él realiza.
Por ejemplo, en Saprissa, durante su segunda campaña, tenía a Marvin Angulo y Mariano Torres como sus principales socios, pero además contaba con extremos muy fuertes como Christian Bolaños y Ricardo Blanco. También tenía otros delanteros que le creaban espacios, como Johan Venegas y Ariel Rodríguez. Para el torneo 2019-2020, Ugalde marcó 12 tantos.
Marco Herrera, exjugador y entrenador quien hizo debutar a Manfred en el alto rendimiento de Saprissa y también lo trabajó en la época del entrenador Wálter Centeno, señaló que la misma ambición de Ugalde lo hace querer destacar, pese a que las circunstancias del juego no siempre ayudan, lo que termina golpeando la percepción que se tiene del delantero.
“Manfred en la Selección está muy lejos del área rival; a él no lo abastecen. La Selección juega con dos puntas, pero él es el que hace el sacrificio. Alonso Martínez queda más estático, y al final eso pasa factura, porque Manfred es el que se desgasta y busca armar el juego”, señaló Herrera.
“Lo estamos desaprovechando, pero es un tema de planteamiento, porque no jugamos a la ofensiva”, agregó Herrera.
Tomas Fonseca, exjugador y analista de TigoSports, recalcó que, mientras Manfred suma 12 goles con el Spartak Moscú (y en las otras temporadas ha rondado la decena por torneo), en la Selección, durante 2024, apenas ha acumulado dos tantos.
“Lo del gol es cierto, hay una falta de anotaciones, pero yo llevo el análisis mucho más allá, porque él se involucra muchísimo en el juego, lo que provoca otro tipo de situaciones. Ante Panamá, logró una expulsión y además un penal, lo que representa un aporte más allá de la anotación”, describió.
Fonseca presentó el estudio que ha hecho sobre la situación.
“Si nos queremos circunscribir a la actualidad, mira que el Spartak juega 4-3-3 y tiene a un futbolista como Ezequiel Barco, quien genera muchísimo. Barco arropa desde atrás, pero con mucho juego. Además, el Spartak tiene un contención y un ‘8′, ambos muy ofensivos. Esto te da la oportunidad de sumar prácticamente dos enganches. En Moscú, tienes todo un ecosistema muy ofensivo, mientras que Costa Rica no siempre tiene esa postura”, pronunció el especialista.
Fonseca recordó que, cuando la Selección adoptó una postura más ofensiva, el ‘9′ de ese momento, Alonso Martínez, mostró una mejoría en su juego, como ocurrió en el partido de vuelta contra Panamá.
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Alexander Robinson, compañero de Ugalde en Saprissa, comentó que lo voluntarioso que es el delantero lo convierte en un futbolista diferente.
“Respetando a cada entrenador y sus decisiones, me parece que en la Selección hay alguna indicación para que él venga a recoger balones atrás. En los equipos en los que ha estado, siento que él se ubica donde tiene que estar un delantero, que es dentro del área”, manifestó.
“Ha faltado más cercanía de los otros jugadores, sin quitarle mérito, porque las asociaciones que tenía en Saprissa eran muy buenas, pero yo recuerdo que él siempre se ha creado los espacios”, finalizó Robinson.
Costa Rica debe encontrar una forma de juego que permita a Manfred Ugalde brillar como lo hace en el exterior. La tarea del nuevo entrenador será crear ese ecosistema que, en sus equipos, le da protección al ofensivo.