Oita (Japón). Los equipos que más se beneficiaron ayer con el empate a un gol entre Bélgica y Túnez no estaban en el estadio "Gran Ojo".
Ese resultado le dio un empujón a Japón y Rusia hacia los octavos de final del Mundial.
En cambio, belgas y tunecinos se hicieron daño mutuamente pues se quedaron con dos y un puntos, respectivamente, mientras que los japoneses tienen cuatro y los rusos están con tres.
Japón ahora solo necesita un empate e incluso con una derrota mínima ante Túnez, el próximo viernes, le sería suficiente a los anfitriones para asegurarse una plaza en la siguiente ronda.
El caso de Rusia es parecido. El equipo de Oleg Romantzev llega con ventaja, por lo que a los "diablos rojos" solo les sirve la victoria en la jornada definitiva.
Bélgica se complicó hoy la clasificación para los octavos de final del Mundial al ceder un empate a un gol con Túnez, la cual es la selección más débil del grupo H y que con un solo punto ya casi nada tiene que hacer.
El partido
Los dos goles fueron lo mejor de una tediosa primera parte, en la que Bélgica imprimió un exasperante ritmo lento que su rival no acertaba a contrarrestar.
A los 13 minutos llegó la mejor jugada ofensiva de los europeos.
Fue una acción bien trenzada que pasó de una banda a otra y en la que Branko Strupar sirvió de cabeza a Marc Wilmots para que fusilara a Bounmijel.
La alegría europea duró apenas tres minutos. Una falta en la frontal del área fue aprovechada por Raouf Bouzaiene para empatar con tiro impecable que se coló a media altura junto al poste.
Consciente de que un empate ante el rival más débil del grupo podía comprometer mucho la clasificación, el técnico Robert Waseige dio entrada tras el descanso al ariete Wesley Sonck, el máximo goleador de a liga belga y muy solicitado por la afición, para que el equipo se lanzara abiertamente en busca del triunfo.
El partido se transformó a partir de entonces en un monólogo de los "diablos rojos", pero sin reflejo en el marcador, porque Túnez optó por ser más cauteloso en su juego, para evitar que los belgas se dejaran la victoria, lo que al final lograron.
Cuando el juego agonizaba, Ghodbhane tuvo en sus botas el triunfo tunecino con sendos remates desde fuera del área.
El primero, sin embargo, lo despejó el arquero Vlieger y en el segundo el atacante africano disparó muy alto.