Ciudad de Guatemala. El Saprissa, con todo y los seleccionados ticos como Hernán Medford y Erick Lonis, debió sufrir para empatarle, 1 a 1, al Tauro de Panamá, que presentó ayer un equipo veloz y sacrificado que fabricó peligrosos contragolpes para poner en aprietos al cuadro morado.
Fue el inicio de la cuadrangular A de las semifinales de la Copa de la UNCAF, de donde saldrán los otros dos clasificados a la final. Municipal y Olimpia, de Honduras, ya ganaron ese derecho.
En el Mateo Flores y ante aceptable cantidad de público, el cuadro costarricense dejó los primeros puntos en el camino, lo que al final puede ser fatal para sus aspiraciones.
Aparte, la eliminación de Alajuelense, lo colocó como el único club tico sobreviviente en la Copa. Saprissa debió sacar una victoria holgada, pero ayer fue incapaz e impreciso.
Tauro lo sorprendió. No fue el equipo fácil que esperaban ver todos, especialmente los saprissistas.
El cuadro nacido en 1984 en Pedregal, un humilde barrio panameño, mostró muchos atributos, como la velocidad y una precisión muy aceptable.
Por eso fue más que Saprissa y mereció la victoria, pero al final el empate no fue nada malo para ellos.
No basta dominar
Como siempre: los equipos dominadores se ven sorprendidos por la velocidad y un contragolpe del rival, que los pone en desventaja en el marcador.
Eso le sucedió a Saprissa. Héctor Nazarith le ganó un pique al sorprendido Rándall Row y, al ingresar área, el tico se fue al suelo. El colombiano amagó al portero Lonis para, con el pórtico solitario, anotar el 1 a 0, al minuto 6.
El resto del primer tiempo fue como remar contra la corriente, ante la desesperación de los ticos, que sometieron a los panameños en su cancha, con un dominio insulso.
El gol salvador
A los 56 minutos, el corpulento delantero Álvaro Saborío anotó en un tiro de esquina cobrado por Lacey. El novato conectó un cabezazo imparable y decretó la igualdad 1 a 1.
Los minutos siguientes fueron una copia fiel del primer tiempo. El balón lo hicieron rodar los costarricenses que, con mayor oficio con el ingreso de Hernán Medford, lo trasladaron en toda la cancha.
Se vio un futbol dominante, de aquel que apabulla al rival, que hace pensar en que los goles caerán, pero que con el correr de los minutos se tradujo en desesperación.
La mayor virtud panameña fue la actuación del portero Rogelio Igualá, que se convirtió en el héroe de su equipo.
Además, el aporte de Nazarith y el relevo de Luis Rodríguez provocaron que la defensa morada viviera momentos de caos y sufrimiento.
Saprissa tendrá tiempo para reflexionar. Mañana continuará la Copa con la doble programación entre Tauro y Motagua, y Saprissa y Comunicaciones, en el choque de fondo.