La Selección de Costa Rica dejó ir la posibilidad de acceder de manera directa a la Copa Oro 2025, al perder con Panamá en la serie de cuartos de final, con global de 3-2.
Ahora, el equipo patrio deberá enfrentar un repechaje en el camino hacia dicho torneo. El rival es Belice, que es el último de ranquin entre las selecciones que siguen con vida; la Sele es la primera del escalafón.
En el caso de Belice, el plantel es dirigido desde julio anterior por Carlos Slusher, un exfutbolista que actuaba como guardameta.
Slusher comandó a Belice para dejar por fuera a Guyana Francesa, en una serie que terminó 4 a 3 gracias a una victoria 2 a 1 y un empate 2 a 2 en los dos compromisos.
En el Grupo D de la eliminatoria mundialista, Belice es último de la clasificación con cero unidades; mientras que Nicaragua y Panamá comparten el liderato con seis puntos.
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Los partidos del repechaje serán ida y vuelta, el viernes 21 de marzo de 2025 en Belice y el martes 25 de ese mismo mes en Costa Rica, según el anuncio hecho este miércoles por la Copa Oro.
Por otra parte, el cuadro nacional también perdió, por segundo año consecutivo, la oportunidad de estar en la fase final de la Liga de Naciones, y su prestigio a nivel de Concacaf continúa en descenso, sobre todo, superado por Canadá, Estados Unidos, México y Panamá, los cuatro combinados que sí accedieron a esa fase.
De hecho, la Selección ya suma siete partidos consecutivos sin poder ganarle al vecino país, lo que demuestra su superioridad en los últimos tres años.
Asimismo, el cuadro tico pierde la oportunidad de aprovechar las fechas FIFA, que utilizará para buscar el boleto a la Copa Oro. El plantel tico podría enfrentarse a rivales de mayor jerarquía internacional; no obstante, deberá luchar por obtener el cupo al certamen de Concacaf.
Si se analiza el impacto de esta eliminación a nivel local, la Selección Nacional entra nuevamente en un periodo de inestabilidad, ya que se cuestiona la continuidad de su entrenador, Claudio Vivas, además de que el cambio generacional sigue tambaleándose.
Con la eliminación, la Selección Nacional queda golpeada y atónita, sin rumbo, como ha estado en los últimos tres años.