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El sueño de la Sele se esfumó. Las aspiraciones de asistir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se quedaron en la cancha junto al esfuerzo, el sudor y las lágrimas de cada futbolista.
Duele perder cuando se entrega todo; Shirley Cruz lo sufrió, acostada en el césped, con los ojos vidriosos y sin ánimo para levantar la cabeza luego de caer ante Canadá, y decir adiós a la posibilidad de asistir a las primeras justas de su carrera.
El esfuerzo no alcanzó. Es cierto que la distancia entre ambas selecciones es cada vez menor, pero ayer las norteamericanas demostraron por qué son consideradas una potencia.
Las canadienses fueron mejores desde el pitazo inicial y sellaron sin problema su pase a la final del torneo (domingo a las 4 p. m., ante un EE. UU, que ayer derrotó 5 a 0 a Trinidad y Tobago). Canadá tuvo el balón en su poder durante la mayoría del juego y anuló el ataque tico.
El poderío mostrado por la Tricolor frente a México y Puerto Rico no se asomó. El juego por las bandas se redujo a dos acciones de Melissa Herrera durante los 90 minutos del cotejo.
Costa Rica generó cuatro remates directos a puerta en todo el compromiso, de ellos solo la anotación, desde el punto de penal, fue realmente clara.
Se debe, en parte, a que no sostuvo la bola, careció de triangulaciones y creatividad para romper el bloque rival. El pressing destruyó el tome y dame de la Sele .
Y Canadá, sin tanta solvencia para ir al frente pero sí con mucha claridad en la ejecución de las acciones de gol, mantuvo el partido al ritmo que más le convenía.
A los 17 minutos, la atacante Christine Sinclair, aprovechó un despiste de la zaga nacional en la cobertura para abrir la cuenta.
La Nacional no respondió.
La espigada artillera volvió a aparecer al 52’, luego de un rechace corto de Diana Sáenz para anotar el 2 por 0, casi lapidario.
Pero Costa Rica encendió la llama de la esperanza cuando le restaban 17 minutos al juego, y la goleadora Raquel Rodríguez mandó al fondo de los cordeles un cobro de pena máxima, luego de una falta dudosa sobre Sáenz.
El gol solo sirvió para darle unos minutos más de ilusión al país, pues la Nacional no pudo aumentar su producción en ataque durante el cierre del cotejo.
Más bien, Canadá encontró su tercer gol, luego de un error de coordinación de la zaga que Deanne Rose llevó a la red.
La Sele dio su mayor esfuerzo, esta vez no alcanzó y se despidió de los Juegos Olímpicos.