Fueron dos momentos en los que la afición desde las gradas perdía la paciencia y gritaba: “Fuera Suárez, fuera Suárez, fuera Suárez...”. El cántico duró pocos segundos, en las dos ocasiones, motivado por la impotencia de ver como el sueño mundialista se les escapa de las manos a la Selección de Costa Rica.
Quizás el cántico no se hizo más fuerte ni constante por la insistencia de la Selección de Costa Rica, por pelear hasta el final y eso también sacaba palmas y gritos de apoyo.
Podría decirse que fueron más las manifestaciones que buscaban empujar a los jugadores, que la desaprobación por parte de quienes estuvieron distribuidos en burbujas en las cuatro graderías del Estadio Nacional.
Al acabarse el juego, ya en tiempo de reposición y con la victoria de 2 a 1 consumada, la desaprobación no se escuchó más, producto de la euforia. Todo cambió por las pitoretas.
¿Se percató que antes del gol de Gerson Torres la gente pedía su salida? ¿Cómo vive lo de los últimos días?
Es una situación normal que vive todo técnico, donde hay un estrés grande y la situación se da. Hay que ser inteligente y saberlo manejar.
Vienen dos meses para luego enfrentar a Panamá. ¿Tiene clara la planificación?
Esa es la idea, proponerle a la Comisión Técnica que hagamos en diciembre un microciclo de trabajo con los jugadores que creamos que son importantes, que nos puedan ayudar, que no estén en semifinales y los que juegan en Estados Unidos porque ya terminaron su labor. Queremos un microciclo en diciembre y en enero.
Cinco puntos de 18 en disputa. ¿Cómo canalizar eso?
Con la misma disposición, valentía, sobre todo en este último partido. El equipo se desesperó, pero hay que darlo todo hasta el final. Un partido dura más de 90 minutos.
¿Con el grito de la afición y la situación de Costa Rica bajo qué circunstancia valoraría dar un paso al costado?
Bajo ninguna circunstancia.
Bajo ninguna circunstancia dará un paso al costado. ¿Se siente capacitado para seguir al frente de este proyecto? ¿En 2022 habrá un fútbol diferente?
Sí, me siento totalmente capacitado y he vivido estas experiencias muchas veces.
Hizo cambios más temprano en el partido. ¿Cómo fue la lectura y que dos dieron la estocada, con el paso de Johan Venegas a Gerson Torres?
Lo que veíamos es que en la mitad estábamos perdiendo mucho y la situación de entrar a Bryan Ruiz para que tuviéramos una igualdad mejor. Waston veíamos que en determinado momento Elis hacía cosas importantes y Matarrita había hecho un desgaste. La pelota quieta de Waston y Calvo no tiene problema jugar al lado. Luego alguna situación ofensiva en pelota quieta.
Hicimos un cambio atrevido cuando se lesionó Yeltsin, era un volante de más contención y nos atrevimos a hacer otro, con Johan Venegas. Se dio la situación afortunada de Venegas y Gerson, que hicieron el gol.
Las eliminatorias no son de jugar bonito, sino de sacar resultados. ¿Podemos pensar que de nuevo para enero que habrá tiempo y verá más a los jugadores, eso ayudará para que tenga más confianza y que siga la ilusión? ¿Son importantes los microciclos?
El microciclo pasado que fue tan criticado dio la posibilidad de entrenar con Aarón Suárez, Jewison Bennette y Orlando Galo. Los microciclos sirven mucho y uno como entrenador de Selección casi no los puede tener porque los jugadores están en los clubes.
¿Cuánto refleja el marcador lo que vio en la cancha? ¿Cierra el año satisfecho?
No, creo que sabemos que tenemos mejorar y mucho, sobre todo en ataque, hemos mostrado debilidad y hay que mejorar.
¿Qué evalúa de Aarón Suárez, Orlando Galo y Jewison Bennette?
Quedé satisfecho con ellos y eso es bueno, es empezar a sumar jugadores a la disciplina de la Selección. Hoy tenemos pensado que sumamos a Bennette con 17 años, Suárez mostró la categoría de un tipo grande y Galo es joven y se nota su capacidad.
Lo que ayuda a que nosotros pensemos que la Selección vaya saliendo de esta situación que a nadie le gusta.