Luis Fernando Suárez apareció en la conferencia de prensa pospartido ante Ecuador y él mismo confesó que estaba exaltado. Luego de una respuesta reveladora, él mismo aceptó que dijo ‘cosas’ que no debía, pues había compartido criterios que exponen públicamente a su grupo, aunque en otros aspectos mete las manos al fuego por el plantel.
Suárez explicó que lleva dos años en el puesto y no ha logrado que el equipo tenga la pelota y un mayor flujo de juego ofensivo. También confesó sin tapujos que Costa Rica depende en su juego de las emociones; que se sabe defender bien y ‘no más’.
“No, esto no es un problema emocional. Hay una comunión y sinergia, nosotros clasificamos al Mundial pasado porque teníamos un equipo emocionalmente muy fuerte. Nosotros clasificamos al Mundial a punta de emociones, de pronto era muy bueno defensivamente pero nada más, pero emocionalmente fuimos fuertes”, aseguró.
El estratega explotó cuando se le preguntó por qué los jugadores del plantel tico se veían cabizbajos, golpeados y sin reacción.
El timonel aceptó las muchas deficiencias que tiene el conjunto que dirige, no obstante lució confiado en que el lunes, en la Copa Oro, el cuadro mostrará otra cara porque este tipo de golpes siempre provocan.
“Creo que tengo la misma sensación en el primer tiempo, independientemente del resultado y que el rival fue superior, pero sí me preocupó mucho la pasividad, porque se dejó jugar, se dejó ver, se dejó que el contrario creciera. La agresividad no la tuvimos hasta el segundo tiempo. Al menos peleamos en la parte física”, relató.
El propio timonel aceptó que luego de la derrota 3 a 1 ante Ecuador se dieron reclamos entre los seleccionados.
“Ellos se comunican y bien, ellos se contagian, pero lo que usted escuchó de ellos acá es lo mejor que puede pasar porque esto dejará algo distinto. Tenemos un grupo que tiene ganas de hacer cosas diferentes, ahora tengo que ver cómo aprovecho yo esto como entrenador. Sigo creyendo que es un buen equipo, hay inexperiencias con algunos jugadores... Pero si de esto no se aprende, pues no hay forma y creo que aprendimos y ahora tengo que aprovecharlo de la mejor manera”, agregó.
Luego de varias revelaciones fue que el técnico aceptó haber dicho cosas que no debía, en parte porque estaba exaltado y en su afán por dejar claro que no existe falta de cohesión en el grupo sino otras falencias.
Una situación que Suárez aprovechó para aclarar de una vez es que no cederá su puesto.
“Yo he estado dos años acá a punta de apretar dientes y no voy a cambiar. Soy consciente que me manejan los resultados, pero no saldrán situaciones diferentes de mí. Luego respetaré y si me dicen ‘muchas gracias’, pues me voy, pero las ganas no se me van a quitar nunca”, sentenció.
El ‘DT’ finalizó dando a conocer lo que debe corregir de acá al debut en la Copa Oro 2023, el lunes ante Panamá.
“Nosotros en la salida estuvimos no muy claros, en recuperación de pelota fuimos pasivos, en el segundo tiempo fuimos más agresivos. Con la pelota tenemos que buscar cuatro pases más constantes, tener la pelota que en dos años no la hemos tenido... Pero ese es mi trabajo, estoy en esto”, concluyó.