Todo juega en el fútbol y Costa Rica ha visto a nivel de Selección Nacional y de clubes que las distancias se acortan.
Aún está fresca esa victoria que Panamá consiguió por primera vez en territorio tico, en un partido oficial, dejando a la Tricolor fuera del Final Four de la Liga de Naciones de Concacaf.
“Las canchas de aquí a mí no me gustan, sobre todo los campos sintéticos, hay tres o cuatro buenas, pero es un concepto que tengo. Respeto cualquier otro concepto, pero las canchas sintéticas te ponen a jugar un fútbol diferente”, expresó Luis Fernando Suárez con mucha sinceridad a inicios de febrero.
Su preocupación es evidente, máxime que Panamá y Honduras optaron por literalmente cortar de raíz con uno de los serios problemas que tenían y que de cierta manera frenaban su evolución.
El Rommel Fernández tuvo un cambio radical y ahora cuenta con una gramilla de tecnología híbrida; mientras que el Estadio Nacional de Tegucigalpa tomó ese mismo camino y se acerca el momento para que los catrachos vean culminado lo que aún les parece un sueño.
“A mí me alegra, porque Honduras siempre se ha caracterizado porque los equipos que van a jugar allá les cuesta por el tipo de terreno de juego y ahí es donde se ganan partidos, por el terreno de juego”, expresó el mediocampista hondureño Alex López.
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Sin embargo, ahora que en Tegucigalpa está germinando el césped de una cancha de primer mundo, el jugador de Alajuelense cree que eso provocará un giro radical en el fútbol hondureño.
“Nosotros también siempre decíamos que cuando íbamos afuera con la Selección hacíamos grandes partidos por el tipo de cancha, porque muchos futbolistas estábamos fuera de Honduras y la diferencia se notaba”.
”Ahora en Tegucigalpa están haciendo una cancha que Dios primero quede espectacular y será muy bueno, porque el fútbol hondureño va a mejorar tanto en espectáculo como a nivel internacional”, añadió Alex López.
Para la construcción de esas gramillas modernas, de primer mundo y que serán la casa de la Selección de Panamá y la Selección de Honduras, la tarea se le encomendó a la empresa costarricense Turf Managers Specialist (TMS).
Cuando Alajuelense apostó por la tecnología híbrida para el Morera Soto y las canchas del Centro de Alto Rendimiento (CAR) surgió todo un debate.
Predominaba la teoría de que el césped natural era el ideal y que el híbrido solamente era funcional en Europa.
Sin embargo, con el paso del tiempo se vio como esa es la tecnología que usa FIFA, al punto de que para el Mundial Femenino Sub-20 en Costa Rica cosió la cancha del Estadio Nacional y la transformó en híbrida.
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“Todos los mundiales se están jugando en gramas híbridas y muchos de los que nos criticaron andan ofreciendo híbridos, porque hacia ahí van todos los terrenos de juego”, expresó el director de TMS, Enio Cubillo.
Contó que la empresa costarricense se ha expandido por toda Centroamérica y que convenios en Argentina y en Perú; así como el contacto con varia gente de otras latitudes que se convencen de que esa es la tendencia en las canchas y que quieren implementarla.
Ningún principio es fácil y posiblemente despierta suspicacias que sea un extranjero el que llegue a realizar el cambio la gramilla del Estadio Nacional, como ocurrió con catrachos y canaleros.
Primer corte al césped Bermuda Ibiza. Terreno de juego híbrido del Estadio Nacional de Honduras.
— TurfManagersSpecial (@TMSgrass) April 5, 2023
Continúa el proceso de crecimiento del césped 🌱⚽️#TurfManagers #HybridGrass pic.twitter.com/DeqVG931nq
“Honduras tiene un proyecto para tener cinco estadios con grama híbrida en tres años y yo creo que van a dar un salto grande en calidad, porque es cierto, los mismos hondureños que vienen a Costa Rica han hablado de las diferencias con respecto a los terrenos de juego y eso ayudará a incrementar el nivel del fútbol de ellos”, expresó Cubillo.
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No quiere que sus palabras suenen como un tema ofensivo o que vayan a molestar a alguien, pero la realidad que se topó al empezar los trabajos en Tegucigalpa es que esa cancha era literalmente un desastre.
“Se levantaron 90 centímetros del terreno existente y a partir de ahí se hicieron drenajes nuevos, sistema de riego nuevo, todas las capas de filtración. Se cosió el sistema híbrido y a partir de ahí son 90 días para que el césped natural se asiente y que ellos tengan el césped como una cancha de primer mundo”, explicó Enio Cubillo.
Pero eso a la vez refleja que países vecinos, que a la vez son rivales directos en fútbol se están preocupando por un factor que Costa Rica descuida en algunos campos de juego.
“Yo sé que es un tema económico complicado, porque la inversión es grande, pero nos puede pasar factura a futuro, a pesar de que aquí hay unos cinco estadios con buenas canchas y el par de centros de entrenamiento”.
Los demás países del área están evolucionando, con un cambio rotundo en lo que antes era su talón de Aquiles.
“Honduras es un país que siempre nos ha costado futbolísticamente hablando, aún cuando tenían muy malas canchas y ya van a contar con cinco estadios en tres años”, relató Cubillo.
”Panamá también está evolucionando con las canchas y al final hay que ponernos alertas porque algunas veces uno decía que cuando vienen a Costa Rica se juega diferente y aquí se sacan los resultados, pero pues ya no. Ya van a venir a jugar en las mismas condiciones y todo eso incrementa el nivel”.
Con esto queda en evidencia que el fútbol tico debe hacer un ‘mea culpa’ al ver los estados de ciertos terrenos de juego y de la infraestructura deportiva.
“Se había tomado una ventaja muy grande con respecto a todos los países de Centroamérica, pero los otros países ahora están acortando esa distancia e incluso están dispuestos a superarnos. Tenemos que ponernos las pilas para seguir innovando y haciendo infraestructura en el país para que no nos golpee tanto eso”, reflexionó.
Está previsto que la inauguración de la gramilla híbrida del Estadio Nacional de Honduras sea el 28 de mayo, con la final de la liga hondureña.