La Selección Nacional empezará el Preolímpico de Concacaf el próximo 28 de enero, con la misión de dejarse uno de los dos boletos a Tokio 2020. Amelia Valverde hace un repaso por los días de trabajo, rivales y objetivos.
En un grupo integrado también por Estados Unidos, Panamá y Haití, las ticas necesitan al menos el segundo lugar que da el boleto a semifinales. Una vez ahí disputaría el pase a los Olímpicos contra el segundo lugar del otro grupo, posiblemente México o Canadá.
¿Cómo está el grupo anímicamente, sabiendo que deberá enfrentar a una potencia, Estados Unidos?
El grupo está bien, hemos trabajado cerca de un mes con el grupo prácticamente completo en Costa Rica y podríamos decir que la parte anímica es de lo que está más fuerte. Entrenar todos los días a las cinco de la mañana durante un mes te hace diferente, es uno de los puntos a rescatar, ha sido un mes bastante bueno. Estamos claras que el grupo es con un equipo muy difícil pero en este momento nos ocupa el primer partido, contra Panamá y luego Haití.
¿Qué hará diferencia en este torneo tan corto?
Estamos acostumbrados a que los torneos de selección sean de 15 días o 18, a lo mucho. En este caso hemos tenido cosas a favor, como que Concacaf puso un día más entre un partido y otro. Somos conscientes y estamos con experiencia de cómo manejar tan poco tiempo. Claramente hemos tenido casi un mes de preparación, ha sido un tiempo prudente, pero creo que lo que a inclinar la balanza son los detalles. El poder estudiar al rival lo mejor posible, pese a que Panamá tiene características diferentes por su cambio de técnico. Creo que los detalles serán fundamentales, fortalecer las cosas tan buenas que hemos venido haciendo.
¿Qué aprendió usted como entrenadora de la eliminatoria mundialista para aplicar ahora?
Nos tomamos el tiempo, estuvimos siete meses analizando varias cosas. Siempre me refiero a que analizamos lo que hicimos en temas de preparación, qué no nos gustó mucho, porque el desenvolvimiento del grupo no fue el mejor, sobre todo ante Jamaica. Creo que tomamos precauciones, decidimos cambiar a nivel de metodología de entrenamiento, la propuesta, lo que queríamos que se viera en el terreno de juego. Nos dio resultado en Lima, lo mantenemos, hemos ido variando también y hoy consideramos que es el camino correcto para competir por un boleto.
¿De alguna forma se trabaja la parte psicológica en un torneo con los pronósticos en contra para ganar el boleto?
La parte psicológica se trabaja todos los días, la parte emocional, la parte táctica, técnica, es parte del entrenamiento. A este momento nos ocupa el tener a las jugadoras bien, convencidas de lo que podemos hacer, estamos a un paso, estamos a 22 días de escribir la página, quizá, más dorada del fútbol femenino, lo tenemos en nuestras manos. Pero si nos ponemos a pensar que ganamos los dos primeros juegos y qué pasa en el tercero, no, en este momento es el aquí y ahora, primero terminar la preparación bien, luego Panamá. Iremos trabajando partido a partido, intentando estar lo más motivadas, concentradas, para poder competir.
¿Cuánto cambia Panamá con técnico nuevo?
Esperamos un equipo fiel a su característica, que va mucho a lo físico, que le gusta mucho las transiciones rápidas al ataque, su entrenador lo conocemos. Estuvo en República Dominicana, lo enfrentamos con la selección U-20, ahora esperamos eso, equipo experimentado, tiene jugadoras con por lo menos tres años de estar de manera continua con la selección, así que debemos tener mucha precaución y ser fuertes en lo que nosotros queremos.
A la Selección la conocen de Lima 2019. ¿Hay algo en este Preolímpico que vaya a cambiar para sorprender a las rivales?
No nos deberíamos limitar a hablar del bronce en Lima. Fue un punto de partida para lo que quisimos variar, tuvimos fogueos en Brasil, Uncaf y partido ante Estados Unidos, que también nos dejó cosas buenas. No nos debemos limitar a esperar el equipo que se vio en Lima. Estamos trabajando para ver un equipo mejor, sin duda. En Lima nos correspondió jugar contra un equipo de Centroamérica y cuatro del Sur y ahora nos corresponden equipos con características distintas, excepto Panamá. Vamos a plantear y seguir con la línea de equipo dinámico, intenso, que le gusta presionar e intente buscar el marcador.
¿Tácticamente qué espera de los rivales?
Son equipos distintos los tres. Si hablamos de Panamá, ya lo tenemos más referenciado, sabemos las características de su entrenador y tenemos claro las características de sus jugadoras a nivel individual. Es un equipo al que le hemos seguido la pista. En el caso de Haití tenemos ocho años de no enfrentarlo en selección mayor, pero sí en U-20, que es la base de la selección ahorita, así que son equipos que tácticamente les gusta las transiciones rápidas al ataque, hacen mucho uso de los duelos individuales, físicos, y ya hemos tomado precaución sobre el caso. Punto y aparte está Estados Unidos, con un juego diferente, pero ya veremos después.
¿Cuánto contribuye el avance físico de las futbolistas en el desarrollo del partido, de lo que usted quiere en cancha?
La parte física en sí con el profesor lo hemos enfocado de una manera integral, si bien en algunas semanas se le ha dado más de porcentaje a acumular volumen o tiempo o en carga, nunca hemos dejado de la lado los objetivos en la parte táctica. Así que creo que ha sido uno de los cambios más importantes, la manera de entrenar. Ha sido nuestra forma, nuestra filosofía, de que todo vaya de la mano, que el equipo tenga claro la intensidad que queremos, lo hemos enfocado más en estos microciclos de trabajo.
¿Le toma importancia a que Costa Rica tenga minoría de legionarias en este momento?
No. Creo que estamos muy contentas de tener cuatro futbolistas. En Lima tuvimos cinco semanas de trabajo y tuvimos al grupo completo acá. Haber controlado factores o variables, nos ayudó muchísimo, en este caso es similar. Si nos ocupa o nos preocupamos de las legionarias, es dónde están y demás, es solo referencia, pero en este momento hemos intentado sacar el mayor provecho y su mayor potencial.
¿Cómo valora la competencia en la portería?
Tenemos que agregar a Fabiana Solano, la portera de la Selección U-20, que hizo todo el proceso, además de algunas jugadoras que estuvieron entrenando. Es un puesto en el que hemos mejorado el perfil, el rendimiento, a nivel país y de selección. La competencia es muy sana, tienen buena relación, el rendimiento es bueno, las hemos visto en competencia y ya llegará el momento de decidir a quién le toca jugar.
¿Fue difícil definir la lista?
Siempre es difícil. Esta ha sido de las decisiones donde más discernimiento, reunión y tiempo nos tomamos. Trato de tomar en cuenta a los cinco compañeros de la parte técnica, y siempre es complicado. Hay jugadoras con características similares y al final nos vamos por una u otra. Por dicha siempre nos complican bastante. Agradecer al grupo porque fue de mucho tiempo, espacio, y la disposición fue muy buena.