El extenso periodo de Amelia Valverde como directora técnica de la Selección Femenina de Costa Rica llegó a su final. La decisión no sorprende en lo absoluto.
Su gestión siempre estuvo acompañada de fuertes críticas y la gota que derramó el vaso fue lo ocurrido antes y durante el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
“La Federación Costarricense de Fútbol llegó a un acuerdo satisfactorio con la entrenadora Amelia Valverde, quien deja de ser la directora técnica de la Selección Mayor Femenina”, informó la Fedefútbol en un breve comunicado de prensa.
Ahí mismo se lee: “Agradecemos a Amelia su entrega y pasión por más de 12 años al frente de las selecciones femeninas de nuestro país y le deseamos lo mejor en los proyectos que tenga por delante”.
Ella estuvo al frente de la Selección Mayor Femenina como tal en los últimos ocho años.
“En los próximos días será el nuevo Comité Ejecutivo y la Dirección Deportiva quienes tomen la decisión de nombrar un nuevo director técnico”.
A pesar de que las jugadoras insistieron una y otra vez en defender a la ahora exseleccionadora nacional, el peso de las críticas siempre recayó principalmente sobre ella, al tener en sus manos a una de las mejores generaciones del fútbol femenino tico y el poco avance mostrado desde 2015.
Cuando ella entregó aquella incendiaria lista en la que dejó fuera del Mundial a referentes como Shirley Cruz, Carolina Venegas, Lixy Rodríguez y Noelia Bermúdez, La Nación le hizo una pregunta muy directa, en el sentido de que los técnicos viven de resultados y que a ella no la han respaldado. Al ser así, ¿qué le ha dado al fútbol femenino?
“Le podría decir que mucho trabajo, sinceridad a la hora de trabajar, el ayudar a las jugadoras a crecer. Aquí hay personas sentadas, pero adentro hay más, que tengan espacios para trabajar, seguir compitiendo en los diferentes momentos. Será mezquino mencionar solo mi nombre”, respondió Amelia Valverde ante esa pregunta puntual.
Ese mismo día dijo que entre las jugadoras que llevaba al Mundial había varias que podían suplir a Shirley Cruz, cuando en realidad no es así. Solamente una se proyecta a ser su sucesora por las características que presenta y esa es Sheika Scott.
“Yo creo que tenemos que ver las características individuales de las que están, todas las jugadoras tienen características distintas. A Shirley Cruz en su momento la utilizamos de 10 y en algunos momentos de 9. Por ahí, Gloriana Villalobos, Sheika Scott, Alexandra Pinell, Cristin Granados, Raquel Rodríguez, la misma María Paula Salas puede andar por ahí de la lista que está en estos momentos”.
Si el ambiente era tenso y pesado desde el momento en el que ella no llamó a Shirley Cruz para el campamento previo, esa lista definitiva terminó de generar molestia y acelerar las críticas.
Lo ocurrido en el Mundial también fue la crónica de los resultados esperados, con las derrotas contra España, Japón y Zambia.
Con la salida de Rodolfo Villalobos en la presidencia de la Fedefútbol, se veía muy difícil la permanencia de ella al frente de la Selección Femenina. Fue quien la mantuvo ahí todo este tiempo, pero ya era insostenible.
Y si no la destituía en este momento como una de sus últimas decisiones, lo haría el nuevo directorio de la Fedefútbol, comandado por Osael Marato.
La salida de Amelia Valverde se dio justo un día antes de que se efectúe la Asamblea General Ordinaria de la Federación.
En un análisis que había efectuado La Nación posterior a la participación de la Selección Femenina de Costa Rica en la Copa del Mundo que quedó en poder de España, dos pilares del fútbol femenino como Mercedes Salas y Allan Campos coincidieron en que ya era momento de acabar con la era de Amelia Valverde.
“La evaluación es complicada en este caso, debido al extenso trabajo de ocho años. Se tomaron decisiones cuestionables, como llevar a jugadoras lesionadas al torneo, y eso pudo haber afectado el rendimiento del equipo. Esta Selección tenía mucha experiencia y la falta de análisis y desarrollo es evidente”, expresó Mercedes Salas en ese artículo.
Para Salas, el fracaso en el Mundial debe ser una lección para los dirigentes del fútbol femenino, ya que en su momento se solicitó que Valverde rindiera cuentas y esto no se concretó.
“Se debe escuchar a los clubes. En varias ocasiones se pidió que la entrenadora rindiera cuentas, pero no se mostró una preocupación real por la situación”, recalcó.
Allan Campos, por su parte, fue aún más contundente al calificar el desempeño en el Mundial como un “fracaso total y absoluto”.
Si bien Valverde logró clasificar a Costa Rica al Mundial de Nueva Zelanda y Australia, así como obtener la Medalla de Oro en los Juegos Centroamericanos 2017 y la Medalla de Bronce en los Panamericanos de 2019, su desempeño en los mundiales dejó mucho que desear.
En los últimos años no se percibió una idea de juego clara ni avances significativos en el equipo, a pesar del tiempo disponible para trabajar en ello.
La Selección Femenina y Amelia Valverde separan sus caminos, como era previsible.