En medio del entrenamiento de este martes por la mañana, el técnico de la Selección Nacional de Costa Rica femenina, el español Beni Rubido, se subió a una torre de unos 10 metros, junto a la cancha número tres del Proyecto Gol de la Fedefutbol y empezó a dar instrucciones.
Durante un colectivo, Rubido, en lo alto de la torre, llamó la atención de las jugadoras. Les pidió más presión e intensidad en cada disputa de la pelota. Se tomaba la cabeza, se agachaba y se ponía de pie, mientras se sostenía de la baranda.
El estratega español, que sustituyó a la costarricense Amelia Valverde, inició las prácticas con la escuadra patria con miras a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023, que arrancarán el 20 de octubre con un grupo de 26 jugadoras, de las cuales solo viajarán 18.
La Selección Nacional de Costa Rica femenina, que se llevó la medalla de bronce en las pasadas justas continentales de Lima 2019 (Perú), tiene un grupo sumamente difícil. Se medirá contra Estados Unidos el 22 de octubre, ante Argentina el 25 de octubre y frente a Venezuela el 28 de octubre.
Rubido no contará con las legionarias, debido a que el torneo de fútbol femenino de los Panamericanos se extiende más allá de los 10 días de la fecha FIFA y los clubes no están obligados a cederlas a su respectiva Selección Nacional.
Beni Rubido pide agresividad
La actitud de Rubido, en momentos, deja buenas sensaciones entre las seleccionadas, que tras el fracaso del Mundial de Nueva Zelanda, buscan pasar la página y reencontrarse con su mejor versión, pues además de las justas continentales, tienen a la vuelta de la esquina la segunda ronda de los partidos eliminatorios para la Copa Oro femenina del próximo año.
Las jugadoras Mariana Campos y Gabriela Guillén comentaron que al técnico Beni Rubido le gusta conversar con las jugadoras, corregir en los entrenamientos. Dirige de forma enérgica, lo cual las contagia durante las prácticas.
Mariela Campos Alvarado, volante del Saprissa, indicó que el grupo está muy ilusionado con el cambio, donde se les abre una nueva oportunidad a todas las jugadoras.
“La diferencia se va a observar con el tiempo. Esperamos que ustedes lo puedan ver reflejado en la cancha. De momento, hemos tenido dos prácticas y han sido muy buenas. Nos sentimos a gusto. El entrenador tiene mucha energía y la ha transmitido al grupo, lo cual nos emociona”, manifestó Campos.
Para la volante morada, es importante que todas las jugadoras puedan ser tomadas en cuenta si trabajan duro y demuestran aptitud en la cancha, a pesar de no ser legionarias.
“De acuerdo a cómo vaya pasando el tiempo, el profesor va a establecer su ideología de juego. Nos pide mucha posesión de pelota, nos habla mucho y hay un canal abierto entre las jugadoras y el cuerpo técnico, lo cual es importante para el grupo”, declaró Campos.
Mientras tanto, la defensora de Alajuelense, Gabriela Guillén, declaró que con las ausencias de las legionarias, todas empiezan desde cero, por lo que deben esforzarse al máximo para no solo ganarse un puesto para los Panamericanos, sino también para mantenerse en el proceso de la Tricolor.
“El entrenador es muy detallista, explica mucho y se involucra en los entrenamientos. Estamos ilusionadas con un nuevo proceso y esperamos que todo salga bien. Apenas son dos entrenamientos, pero él aplicó conceptos básicos e insistió en los detalles que, en el día a día, las futbolistas dejamos pasar. Este tipo de detalles nos van a ayudar muchísimo”, declaró Guillén.
La zaguera de la Liga añadió que deben estar muy atentas y concentradas en las prácticas, porque el entrenador las exige y corrige continuamente.
“El entrenador explica todos los movimientos, es intenso y eso nos motiva a absorber la mayor cantidad de información posible. En cada entrenamiento nos pide intensidad, mucha entrega y un ritmo muy alto para que podamos mejorar y hacer frente a los compromisos internacionales que nos esperan en las próximas semanas”, manifestó Guillén.