Fue la mañana de Joel. Inimaginable para algunos y predecible para otros. Porque Joel Campbell es así en el Nacional. Tiene una necesidad implícita de lucirse en La Joya y más aun en un escenario de fiesta, ante el desafío de retomar el puesto que alguna vez fue suyo.
Como si nunca se hubiera lesionado, Campbell se llevó los aplausos. Y Keylor. Y el equipo. El primer simulacro con el equipo mundialista, el último frente a la feligresía tica, fue una fiesta. El 3 por 0 así lo delata. Costa Rica dice adiós y se enrumba a una nueva travesía mundialista.
Un ensayo que sirve para dilucidar algunas dudas y poner otras sobre la mesa, a razón de que muchos puestos tienen nombre y apellido, pero otros prometen definirse in extremis, en la última curva, cuando ya se palpite el debut mundialista frente a Serbia.
Todavía está muy lejos el tramo final de esta carrera contra cronómetro. Resta Bélgica e Inglaterra y los irlandeses no fueron el adversario más exigente para la Nacional, pero al menos se puede concluir que la estructura táctica no cambia.
La Sele saltó al Nacional con la base de siempre y algunas mínimas modificaciones en el librillo. El equipo moldea su idea con base en un esquema de cinco hombres en zona baja, cuatro volantes y un punta, que en algunos lapsos se transforma, a causa de la proyección de los carrileros que se liberan para ir al frente.
En la etapa experimental apareció Joel Campbell con buena repercusión, ante la necesidad de demostrar, cuando no tiene un campo fijo para el debut mundialista, pero aún tiene chance de pelear por él. Recostado por derecha, y ante la ausencia de Bryan, el futbolista apuró el paso en los embates de la Sele, diágonales hacia adentro y buena pegada.
Fue mucho más peligrosa la Tricolor por la banda de Joel que por el costado de Daniel Colindres, de más sacrificio y exigencia defensiva que en su club, en donde se libera para convertirse en el generador de la mayoría de ataques morados.
Aquí no. El libreto prevalece y debe amoldarse, tal como lo hace el equipo completo cuando se agrupa para esperar los ataques contrarios.
La débil propuesta ofensiva de Irlanda no exigió en casi nada a Costa Rica, que aún en estas circunstancias no se salió del funcionamiento establecido. Con Giancarlo González como último hombre y Johnny Acosta y Óscar Duarte para blindar al equipo y dar salida limpia.
Delante de él David Guzmán, pieza clave en la construcción y la marca. Y Celso Borges, más libre para acompañar a los volantes ofensivos.
Costa Rica se proyectó por los costados, penetró y golpeó a los británicos, a razón de un esquema paciente, de toque y toque para abrir los espacios y proyectar el ataque por las bandas.
Johan Venegas se colocó como punta, tal como lo anunció Óscar Ramírez. Con diágonales hacia afuera y control de balón, el futbolista se atribuyó las funciones que en la mayoría del proceso cumplió Marco Ureña, sin la velocidad del atacante, pero con mejor juego de espaldas al arco.
Después de insistir, sin mucha profundidad, la Nacional consiguió la anotación en la táctica fija. Un buen cobro de Joel acabó en la cabeza de Giancarlo González, quien desvió el balón con su frente para colocar frente a puerta a Venegas, que mandó el balón a las redes. 1 por 0 al 29′.
En el inicio del segundo periodo, la Tricolor lució su mejor versión en ofensiva, con el acompañamiento frecuente de Celso y la verticalidad de los carrileros para acompañar a los volantes y generar más ocasiones de gol.
Muy rápido cayó el segundo al 46′, obra de Campbell, después de un centro por izquierda de Colindres, mucho más suelto en el segundo periodo.
Con el partido liquidado, Machillo se tomó el juego con calma. Bastante risueño, hablaba con su asistente Luis Marín, cuando todavía restaban quince minutos para el cierre.
Hubo cambios en todas las líneas, en cuenta la zaga, en donde la competencia todavía parece estar abierta. Entraron Kendall Waston y Francisco Calvo, que aún aspiran a pelear por un espacio en el once.
La cereza al pastel llegó mediante la táctica fija. Otra vez Campbell cobró el tiro de esquina y otra vez Costa Rica ganó en las alturas. Francisco Calvo mandó el balón a las redes de cabeza al 65′.
Costa Rica se despide goleando, con dos adversarios (Bélgica e Inglaterra) de otro calibre a la vuelta de la esquina y Serbia más cerca que nunca.
Costa Rica: Keylor Navas, Johnny Acosta, Giancarlo González, Celso Borges, Óscar Duarte, Bryan Oviedo, Daniel Colindres, Johan Venegas, Joel Campbell, Christian Gamboa y David Guzmán.
Cambios: Leonel Moreira por Navas (35’), Francisco Calvo por Duarte (46’),Ian Smith por Gamboa (62’), Yeltsin Tejeda por Borges (62’), Rónald Matarrita por Venegas (69’) y Kendall Waston por González (72’).
Irlanda del Norte: Trevor Carson, Gareth McAuley, Jonathan Evans, Lee Hodson, Liam Boyce, Corry Evans, Stuart Dallas, Patrick McNair, Aaron Hugues, Craig Cathcart y Joshua Magennis.
Cambios: Shay McCartan por Boyce (37’), Ryan McLaughlin por Magennis (59’), Conor McLaughlin por Hodson, Conor Hazard por Carson (73’), Luke McCullough por Cathcart (73’) y Jordan Thompson por Evans (84’).
Goles: 1-0 (29’): Venegas (González). 2-0 (46’): Campbell (Colindres). 3-0 (65’): Calvo (Campbell).
Amarillas: no se registraron.
Árbitros: Fernando Guerrero, Alberto Morín y Mario López.
Estadio: Nacional. 11 a. m.