La disputa legal entre Keylor Navas, Celso Borges y Bryan Ruiz, quienes demandaron a los exfederativos Juan Carlos Román y Adrián Gutiérrez, llegó a su fin. En marzo de 2021, se emitió una primera resolución donde los dos dirigentes fueron absueltos penalmente pero condenados a pagar ¢3 millones a cada jugador por daños morales.
Tanto Román como Gutiérrez apelaron esta decisión, lo que llevaría a una nueva fase de la disputa a partir del 30 de octubre, según informó el Poder Judicial al medio CRHOY. Sin embargo, esto ya no será necesario, ya que todas las partes anunciaron un acuerdo para resolver el conflicto.
En un comunicado conjunto, se informa: “Ponemos en conocimiento de la opinión pública que luego de un acercamiento respetuoso y constructivo entre las partes y en armonía con los principios que inspiran la resolución alternativa de conflictos, hemos decidido instar ante el Tribunal Penal de San José el archivo definitivo del proceso judicial que nos ha vinculado”.
El comunicado también destaca el reconocimiento de parte de Gutiérrez y Román de los altos valores profesionales y éticos de los tres deportistas. Agregaron: “Los señores Adrián Gutiérrez Arguedas y Juan Carlos Román Hernández (…) lamentan cualquier experiencia negativa que hayan tenido por los eventos que fueron base del proceso judicial”.
Los seleccionados acudieron a la vía judicial para limpiar su imagen, al sentirse difamados. Esto surgió después de que el 31 de octubre de 2018, Gutiérrez expresara en el programa radiofónico 120 Minutos de Radio Monumental que los jugadores amenazaron con perder partidos si Jorge Luis Pinto continuaba al frente de la Selección Nacional después del Mundial de Brasil 2014. Un día después, Román respaldó esas afirmaciones en el programa Oro y Grana. Estos hechos fueron los desencadenantes de la demanda.