Luis Fernando Suárez envía señales confusas en la Selección Nacional y si bien llegó sin tiempo para trabajar y claramente sin conocer a fondo el medio, sus decisiones se contradicen de una convocatoria a la otra y generan más dudas en una Tricolor que de todos modos, ya por sí sola deja mucho que desear.
Este medio recopiló y analizó las decisiones del timonel, que van desde exclusiones en convocatorias, llamados de figuras sin ritmo, poca claridad en lo que pretende para los partidos y microciclos con mínima ganancia.
Para empezar, Suárez suele citar futbolistas que utiliza como estelares, luego dejarlos por fuera y seguir probando en momentos en los que carece de tiempo. Basta con ver lo que ocurrió en la primera fecha de la eliminatoria, en la que utilizó a David Guzmán y Jefferson Brenes como titulares, pero luego los dos desaparecieron.
Jurguens Montenegro es otro de los que estuvo presente en el inicio de la ruta mundialista y hoy en día ya no es parte del grupo. Mientras que para los partidos de noviembre frente a Canadá (12) y Honduras (16) borró a su delantero estelar en la mayoría de compromisos, Jonathan Moya, con cuatro apariciones desde el arranque en seis duelos.
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En lugar de Moya se inclinó por el novato Anthony Contreras y mantuvo a José Guillermo Ortiz y Joel Campbell como sus únicas opciones en ataque, pese a que la ofensiva es un dolor de cabeza (cuatro tantos en seis presentaciones). Hasta ahora ningún ariete anotó. Sobre esta misma línea de quienes entran y salen, Luis Díaz no fue tomado en cuenta y tampoco Kenneth Vargas, este último un habitual para el colombiano, pero al que no le dio minutos.
Sobre esta misma línea de apariciones sorpresas y desapariciones, no se puede obviar que por urgencias el timonel le abrió las puertas de la Sele de nuevo a Álvaro Saborío y Christian Bolaños. Con apenas dos prácticas con el equipo, estos experimentados se impusieron sobre los que ya tenían horas acumuladas y actuaron ante los estadounidenses (derrota 2 a 1). Eso sí, les dio seis minutos y no tuvieron tiempo de nada. Siguiendo su tendencia, ninguno está hoy en día, pese a que solo Saborío está lesionado.
Para los dos compromisos que se vienen de la octagonal ahora la estrategia es distinta. Suárez bajó el promedio de edad en el llamado y apuesta por un plantel más joven. Pasó de trabajar con un grupo que tenía como media 29 años, a uno de 26.
En esta oportunidad le abrió campo otra vez a Jewison Bennette, a quien llenó de elogios y aún no utiliza, así como a los juveniles Aarón Suárez y Contreras.
Más contradicciones
Justo cuando las esperanzas de clasificación al Mundial de Catar 2022 penden de un hilo para la Selección de Costa Rica, con apenas seis puntos en seis fechas, se abrió un espacio de emergencia y se detuvo el Torneo de Apertura 2021 para que el técnico Luis Fernando Suárez preparara la estrategia de cara a los duelos ante Canadá y Honduras.
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De inicio sorprendió al citar a muchas figuras nuevas y no llamar a jugadores estelares en su esquema y que militan en el fútbol tico, como Bryan Ruiz, Johan Venegas y el mismo Celso Borges.
Si la idea era afinar la táctica, el mensaje es muy confuso. Luego de la semana de trabajo que tuvo, solo cuatro jugadores que no estuvieron antes en su proceso se metieron para los partidos eliminatorios: Aarón Suárez, Kevin Briceño, Gerson Torres y Anthony Contreras.
A la hora de la verdad, Ruiz, Venegas y Borges fueron citados, peor no los había llamado al microciclo y desaprovecharon seis días de trabajo con ellos. Es más, 14 de los 26 jugadores que están en este momento centrados no pudieron participar en el microciclo y son la base del cafetero.
Otro aspecto adicional es que el timonel sigue confiando en futbolistas sin ritmo o que no son estelares en sus equipos. El caso más marcado es el de Borges, quien desde el 13 de octubre a la fecha apenas disputó 31 minutos con Alajuelense, debido a que se contagio de la covid-19 y estuvo fuera de acción.
El propio Bryan no es titular en la Liga, mientras que Bryan Oviedo no es tomado en cuenta en el Copenhague de Dinamarca y aún así es infaltable en los llamados del estratega cafetero.
De la mano con todos estos aspectos el propio entrenador ha reconocido tras los partidos que se demora en los cambios o que le da más minutos a un jugador por esa indecisión de sacarlo según su respuesta física. Además, planteamientos como el último ante Estados Unidos, cuando se esperaba la línea de cinco defensores y optó por una de cuatro, llenan de más incertidumbre al ver que solo se llegó a contener y aún así el bloque no fue sólido.
En medio de tanta inestabilidad, las lesiones también golpean a la Selección y mucho más la última de Keylor Navas, quien era la gran figura de la octagonal y quien soportaba el peso del equipo, al punto de permitirle cinco de los seis puntos que se tienen.