¿Por qué si hay cuatro candidatos finales para dirigir a la ‘Sele’, ninguno es tico? Esta fue la primera interrogante que me surgió cuando escuché a Gustavo Araya, secretario general, afirmar en Tigo Sports que el nuevo entrenador de la Mayor será extranjero.
¿No hay un solo nacional con los atributos necesarios para asumir a la ‘Tricolor’? Mis dudas se incrementan cuando repaso la ruta mundialista y confirmo que el camino luce mucho más sencillo sin México, Estados Unidos y Canadá y con muchas selecciones centroamericanas en plena reconstrucción, como el caso de Honduras y El Salvador.
De entrada, es evidente que existe poca confianza hacia el técnico local. En otra columna ampliaré sobre los puntos que, desde mi perspectiva, sacaron prematuramente a los entrenadores nacionales de la lucha por un lugar en el banquillo de la Sele.
Sin embargo, hoy quiero puntualizar en ‘mis’ candidatos extranjeros para comandar a la Mayor. De buena fuente sé que el director deportivo Claudio Vivas ha estudiado los perfiles de múltiples técnicos suramericanos, especialmente de Argentina.
En mi caso, hice la ‘tarea’ para escribir esta columna. Es decir, elaboré una lista de técnicos extranjeros desempleados y con el perfil necesario para comandar una selección y luego elegí tres candidatos finales que, desde mi perspectiva, cumplen los parámetros.
Voy a lanzar a mis tres técnicos (del 3 al 1), con los argumentos a favor y en contra de cada uno.
3. Jorge Luis Pinto (Colombia)
Lo coloqué de tercero porque acumula pocos éxitos recientes.
Desde mi perspectiva, el nuevo técnico debe llenar una serie de requerimientos que Pinto cumple al dedillo, como el conocimiento de la liga local, de los legionarios y en especial de los rivales del área, un factor trascendental para acelerar el crecimiento colectivo.
A pesar de que finalizó su ciclo en Costa Rica en medio de la polémica, decidí no valorar este punto, pues considero que debe prevalecer la madurez y el bien común. Es decir, lo correcto es dejar atrás las rencillas y pensar en lo mejor para la Selección.
Sin embargo, no tiene éxitos notables en sus últimas gestiones. Ni en Millonarios, ni en Emiratos Árabes Unidos, ni en Deportivo Calí (la situación era complicada en lo dirigencial). Es decir, tiene mucho a favor, pero este punto en su contra.
Por otro lado, reconozco que la exigencia y la disciplina de don Jorge Luis podrían ser muy favorables para, por fin, desarrollar un relevo generacional efectivo.
2. Ricardo Gareca (Argentina)
Del argentino de 65 años me gustan dos cosas: 1. Sabe lo que es conseguir objetivos con ‘las uñas’. En la difícil eliminatoria de Sudamérica consiguió el boleto al Mundial de Rusia 2018 con una selección de Perú que no tenía tanta materia prima como sus rivales.
2. Logró, a pesar de las limitantes individuales, que Perú jugara realmente bien durante la eliminatoria mundialista. Con un juego vistoso y equilibrado.
Además, es un tipo centrado, con muy buenas referencias sobre su trabajo y un discurso racional, algo favorable en medio de la ‘montaña rusa’ de emociones que provoca la Selección Nacional hoy en día.
En su contra tiene que nunca ha dirigido en la Concacaf, ni a clubes ni a selecciones. Además, no le fue bien en su última etapa con Vélez de Argentina y tampoco obtuvo el boleto al Mundial de Qatar 2022 con Perú.
1. Gustavo Alfaro (Argentina)
El técnico argentino de 61 años clasificó a Ecuador al mundial de Qatar 2022 en una circunstancia especial: lideró un relevo generacional fuerte y consiguió el boleto con una de las selecciones nacionales con un promedio de edad más bajo de la Conmebol.
Es decir, una realidad similar a la de Costa Rica, que posee un buen número de jugadores jóvenes en el exterior, pero que aún no están consolidados en la ‘Tricolor’.
Además de asistir al último mundial, su carrera evidencia llamativos éxitos. Por ejemplo, dirigió a clubes muy respetados, como Boca Júniors.
Sabe lo que es dirigir planteles con buen material humano, pero también otros con limitantes individuales evidentes, un equilibrio necesario en el proceso actual.
Ahora, no ha dirigido en la Concacaf, un factor en contra.
Desde mi perspectiva, compensa esta limitación con muy buenas referencias. Es un tipo serio y dedicado en el trabajo, según me explican algunas fuentes consultadas.
Al parecer, es un entrenador con un alto valor de mercado, otro punto en contra.
El autor de este artículo de opinión, José Pablo Alfaro, es periodista deportivo con más de 14 años de experiencia. Experiodista de La Nación, hoy es panelista en Fútbol Al Día de Canal 8 y en el programa ‘Por Goleada’ de Radio Columbia. También crea su propio contenido en TikTok (+56.000 seguidores) y Youtube (+18.000).