“Aquel día salí de mi trabajo en el Banco Central y me fui para mi casa, a tomarme un refrigerio. Después caminé al paseo Colón, a buscar el autobús de la ruta Sabana - Estadio, para trasladarme al Estadio Nacional para disputar el juego ante México. Viajé tomado de la varilla, junto a los aficionados”.
Esa noche Carlos Vivó Gobán no se imaginaba que sería el héroe al marcar el gol con que se le ganó a México por primera vez en la historia en eliminatorias mundialistas. Fue el 21 de marzo de 1961, de cara a la ronda clasificatoria de la Copa del Mundo de Chile 1962.
Escuchar aquella anécdota de la voz del mismo protagonista, 60 años después, es casi alucinante, porque es la misma leyenda quien repasa con lujo de detalles y recuerdos su momento más glorioso en el fútbol nacional. El día que con su anotación se le ganó por primera vez a México en una cancha de fútbol, al anotarle al mítico arquero Antonio La Tota Carvajal, más conocido como el Cinco Copas.
Vivó Gobán, hoy a sus 87 años, se siente orgulloso de aquella actuación y se sincera al expresar que no tenía idea de la repercusión que tendrían aquel tanto frente a los aztecas y menos aún lo que significó esa gesta que es repasada en el libro Crónica del Centenario, documento que conmemora los 100 años de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).
En la historia de los enfrentamientos ante los aztecas camino a un mundial Costa Rica solo suma cuatro victorias: para Chile 1962 (1-0), con tanto de Vivó Gobán; Estados Unidos 94 (2-0), en el antiguo Estadio Nacional, con doblete del alajuelense Richard La Pantera Smith.
Sin olvidar el Aztecazo camino a Corea y Japón 2002 (1-2) con dianas de Rolando Fonseca y Hernán Medford y la último en el 2013, antes de la Copa de Brasil 2014 (2-1), con las conquistas de Álvaro Saborío y Bryan Ruiz, por lo que este domingo, en el Azteca, se intentará vencer a los mexicanos por quinta ocasión.
De pie en el autobús
Carlos Vivó Gobán padre del exjugador del Saprissa Carlos Vivó Quirós y sobrino de Juan Gobán, cuyo nombre lleva el estadio de Limón, tiene muy presente aquel día y parece que fue ayer cuando todo un país celebró junto a él aquella hazaña.
“En aquellas épocas no había concentraciones en la Selección, por lo que tuve un día de trabajo normal y después de pasar a mi casa, como a las 5:30 p. m. me paré en la esquina para esperar el autobús, como cualquier fanático. Yo iba con mi maletincito, con los taquitos y el paño, como siempre. Cada uno de los jugadores llegó como podía”, recordó Vivó Gobán.
“Los que me reconocieron en el bus me decían que metiera un gol, que había que ganarle a México. Llegué, saludé a mis compañeros y empezamos a alistarnos en el camerino. En lo personal yo no tenía conocimiento de las confrontaciones contra México. Me acuerdo que la gente estaba muy eufórica, querían ver un triunfo de Costa Rica ante México”, añadió.
El ariete, quien jugó 14 partidos con la Selección Nacional y anotó cuatro tantos, de acuerdo a con las estadísticas del periodista e historiador Rodrigo Calvo, añadió que el pasaje para trasladarse le costó (una peseta) (25 centavos de un colón) y los equipos les daban una ayuda de ₡500 al mes, porque el fútbol no era profesional.
Zurdazo al ángulo
Carlos Vivó tiene una memoria admirable y relata los pormenores del compromiso que asegura fue complicado y muy disputado. Mientras conversa se mueve de un lado a otro, como queriendo zafarse de la marca del rival y estar listo para rematar, tal y como lo hizo aquella noche en el viejo Estadio Nacional con un lleno a reventar entre las pálidas luces del inmueble.
“El gol fue a los 10 minutos del segundo tiempo. Estaba jugando de extremo derecho, Juan Ulloa era el delantero centro. Recuerdo que Juan se vino con la bola dominada hacia el extremo y yo fui al encuentro de él. Me dejó la pelota a mí y él siguió con la jugada y el marcador mexicano se fue con él, por lo que me quedó un claro y solté un zurdazo que se fue al ángulo de La Tota Carvajal”, contó Vivó emocionado.
“Lo celebré como celebraba los goles que le anotaba a cualquier equipo en el campeonato nacional, junto a mis compañeros. No tenía idea de lo que significaba esa anotación para el fútbol de Costa Rica. Fue muy bonito, porque había una gran expectativa por ganarle a México.”
El resto del partido fue friccionado, con muchas faltas y sin dar tregua. Los mexicanos se fueron con todo al frente, pero no pudieron ante la determinada y valiente zaga de los ticos.
“Después del gol fue un partido muy duro. Ese día destacó la defensa de la Selección Nacional, en especial Álvaro McDonald, nuestro guardameta Mario Flaco Pérez y Max Villalobos. Después que anoté, tuvimos que emplearnos a fondo, porque ¡vieras el ataque de México!, pero no lograron empatarnos”, manifestó Vivó Gobán.
El delantero, quien formó parte de la delegación del Deportivo Saprissa que le dio la vuelta al mundo en 1959, confesó que al día siguiente tuvo que ir a trabajar con normalidad, aunque las muestras de cariño no se hicieron esperar en la calle y el trabajo.
“Todos los que me conocían me felicitaron y me abrazaban por el gol, A mí casa enviaron un sobre con ₡55, también me obsequiaron un queque con forma de una cancha de fútbol, con todo y marcos, muy bonito. Incluso hubo un aficionado que cuando me vio en el centro de San José me dio un beso en la mejilla”, contó orgulloso Vivó Gobán, quien entonces tenía 27 años.
Aquel tanto lo marcó para siempre y está junto al de Enrique Rivers ante Italia, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84; Juan Cayasso en el Mundial de Italia 90 frente a Escocia, Hernán Medford contra Suecia en el “Verano Italiano” o a México, en el Aztecazo en el 2001.
Sin olvidar por supuesto a Bryan Ruiz ante Italia en Brasil 2014 o el penal de Michael Umaña le concreta a Grecia, en esa misma cita mundialista: todos forman parte del centenario del balompié nacional.
“Estar en el libro Crónica del Centenario de la Fedefutbol significa como un pago al esfuerzo que hicimos en aquella época. Le quiero agradecer a las personas que hicieron, porque uno hace lo que hace en el fútbol, tienen buenos y malos momentos, pero estos son los momentos agradables. Espero que las futuras generaciones se enteren de lo que los viejitos hicimos hace tiempo”, finalizó Vivó Gobán.