Aparte de cumplirle a la exigencia del triunfo y la contundencia, la gira por Asia dejó conclusiones importantes en cuanto a figuras y el norte trazado, el cual definitivamente es alentador.
Con lo primero está claro que nombres como el de Juan Bustos Golobio, David Ramírez o Johan Venegas ya se metieron en los planes del combinado, y que otros como John Jairo Ruiz están listos para el reto, solo esperando a un llamado de distancia.
Ninguno, a excepción muy tal vez de Golobio, se vislumbra como un titular inmediato en un equipo que todavía tiene nombres importantes en espera como Christian Bolaños o Marcos Ureña, pero en un proceso tan largo como el que se viene nadie duda de la importancia de ver a futuro.
“Los jóvenes tienen que aprender de esta intensidad que ya el resto de la selección tiene. Ramírez hoy (ayer), por ejemplo, jugó muy bien y creo que tiene un gran futuro, ojalá siga por ese camino”, afirmó el delantero Álvaro Saborío.
El último reto del año. Lo otro que dejaron los amistosos ante Omán y especialmente Corea del Sur es la entrega de todo el equipo por cuidar la imagen que dejó el Mundial, una consigna que tendrá el 13 de noviembre próximo su último gran reto de este histórico 2014.
En Montevideo, Uruguay esperará por la Sele con el recuerdo fresco de aquella derrota en Brasil, una revancha que amenaza el invicto tricolor de 11 juegos y su monarquía en el área, además del puesto 15 en el mundo que se fue a exhibir a Asia y vino de vuelta intacto.