Después de los soberbios y merecidos triunfos de la Selección de Costa Rica ante Uruguay (3-1) y frente a Italia (1-0), ese histórico representativo nacional que amarró de manera anticipada el boleto a los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, la Tricolor culminó invicta esa fase de grupos.
¿Recuerda lo que pasó hoy hace exactamente diez años? Imposible olvidarlo: La Selección Nacional empató 0-0 contra Inglaterra.
“¡Invictos en el grupo de la muerte!”. Ese fue el titular de la portada de La Nación del día siguiente, del 25 de junio de 2014, acompañado de una fotografía captada por el lente de Carlos Borbón, en la que Júnior Díaz, Joel Campbell, Dave Myrie, Waylon Francis y Keylor Navas aplauden, dirigiéndose a una afición enloquecida que vivió esa fase de grupos de ensueño.
“Costa Rica se va a la siguiente fase con números de ilusión. Fue el líder desde la primera jornada y el único invicto del apartado, el más goleador y el menos goleado entre italianos, uruguayos e ingleses. Es fácil decirlo pero difícil creerlo...”, se lee en un artículo escrito en La Nación por el periodista Juan José Herrera.
En esa reseña se mencionan los puntos altos hasta entonces, empezando por una defensa inquebrantable que mantuvo intacta la férrea imagen de la eliminatoria y que hoy tiene a la Tricolor como el cuarto participante menos vencido: solo un gol recibido de 114 marcados.
Segundo, está la parte de arriba. Brasil es todo el escaparate que se esperaba para Joel Campbell y sacó lo mejor de hombres como Bryan Ruiz, Christian Bolaños y Marco Ureña, con ellos y otros la Sele ocupa el escalón 12 en el goleo.
En esa nota que quedó en las páginas de este medio se lee que la Selección cosechó elogios en cada una de sus presentaciones.
Contra Uruguay, por la sorpresa y el corazón; ante Italia, porque quedó claro que no fue una cosa de suerte sino de autoridad; frente a Inglaterra, porque no parece haber rival que nos baje la cabeza.
En los tres juegos un tico se llevó la honorífica mención de “hombre del partido” y en los dos primeros la reverencia de un planeta entero, esa gran orbe que no metía a los ticos en el radar de las posibilidades.
“Y lo último es que hubo fútbol, mucho fútbol... El necesario para anteponerse a Uruguay y llenarlo de goles, el justo para asfixiar a Italia gracias a un pulmón infinito y el sereno para jugar con la obligación de Inglaterra. En fin, un equipo a todo lo largo y ancho del término”, concluye ese artículo de La Nación.









