San Pedro Sula, Honduras
El gigante es autocrítico. Lejos de pensar en una venganza contra el técnico que lo dejó fuera del último mundial, el defensor Kéndall Waston asegura que si Jorge Luis Pinto tomó esta determinación es porque él no estaba cumpliendo a cabalidad con las funciones tácticas que le solicitaba.
Waston tiene el mismo criterio sobre los otros técnicos que estuvieron al frente de la Nacional y tampoco le dieron la oportunidad de consolidarse, se niega a culparlos y asegura que si no jugaba en la Tricolor era por sus propios errores.
"Yo nunca guardo rencor ni busco revanchas. Si él tomó esa decisión muchos pueden pensar en que todo fue culpa de él, pero yo también me pongo a ver el lado mío, en qué estaba fallando yo para que no me llevara al Mundial. Eso me sirvió para fortalecerme", apuntó el zaguero.
Desde que Óscar Ramírez asumió el banquillo de la Sele , el zaguero ha sido pieza vital, disputó los dos primeros juegos de la hexagonal como titular y fue a la suplencia ante México.
En esta eliminatoria suma siete partidos disputados desde el arranque.
Frente a Honduras regresó al once y tuvo un papel fundamental, luego de anotar el gol del empate en una jugada de táctica fija. Christian Bolaños, su compañero de club en el Vancouver Whitecaps, cobró el tiro de esquina al primer palo y el zaguero se elevó entre los centrales para anotar.
De inmediato corrió hacia la banda de suplentes, gritó con euforia, levantó sus brazos, sus ojos se sobresaltaron, y unos minutos después vinieron las lágrimas.
"Le había pedido a Dios con tanta fuerza y tanta fe desde anoche, y cuando recibí esa respuesta de él, entonces me emocioné", explicó Waston.
Dentro del libreto de Machillo estaba escrito en piedra que en las jugadas de bola muerta, Waston debía ser un arma fundamental.
Ya en la etapa inicial había dado un aviso cuando se filtró entre los zagueros y cabeceó dentro del área, sin embargo, su remate salió desviado.
En el segundo periodo ganó tres balones en las alturas, pero ninguno de ellos encontró un receptor claro que pudiera aprovechar el pivoteo del espigado defensor.
Fue al minuto 68 cuando Waston dejó paralizado al cancerbero Donnis Escober, con un certero cabezazo.
"Al principio, el planteamiento que queríamos no salió del todo como esperábamos. En el segundo tiempo tratamos de arriesgar un poco más y llegó el gol de táctica fija", resumió Waston.