Ningún otro jugador convocado a la Selección tiene más goles que él en el 2021, tampoco se cuenta con otro delantero disponible con su misma altura y capacidad física.
Sin embargo, para el duelo crucial de este domingo ante México (5 p. m.) existe un gran “pero”, o en realidad, una lista de “peros” nada despreciables con Jonathan Moya y las esperanzas que genera en la Selección.
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Más allá de que literalmente se bajará del avión, este viernes a las 11:55 p. m., y se irá directo a la cancha; el ariete carga en sus espaldas con un recorrido de aproximadamente 15.171 kilómetros desde Anyang, Corea del Sur, hasta Costa Rica.
A esto se suma que el trayecto para estar con la Sele lo hizo en no menos de 21 horas (entre vuelos y escalas).
La Nación valoró una de varias opciones del delantero para su traslado, que incluía un viaje por tierra de 55 km desde la ciudad en la que juega hasta el Aeropuerto Internacional de Incheon.
Luego debía abordar un avión que en 13 horas lo tendría en Dallas, Estados Unidos. Finalmente, después de tres horas de espera, su último desplazamiento sería de cuatro horas hasta el Juan Santamaría.
Como si todo esto no fuera suficiente, Moya debe forzar a su reloj biológico a adaptarse en segundos, ya que hay una diferencia de 15 horas con el país surcoreano.
Eso sí, el tema no queda ahí y se presentan dos obstáculos más: no conoce personalmente al técnico Luis Fernando Suárez y únicamente tendrá un entrenamiento para convencerlo, captar la idea y demostrar que físicamente está en condiciones reales de ser titular o al menos suplente.
Posiblemente bajo otras circunstancias Jonathan contaría un espacio para adaptarse; no obstante, la premura es total en una Sele en la que si hay algo de lo que se carece, es precisamente de peso en ataque.
A la vista está que la Tricolor no hizo ni un solo remate directo en su debut en la octagonal eliminatoria rumbo al Mundial de Catar 2022 y fue dominada por completo por Panamá (empate 0 a 0).
Bajo esta problemática y con Joel Campbell aún en duda por lesión, la alternativa del ariete del FC Anyang da algo de alivio.
Este futbolista de 1,87 metros es un “9″ natural, sabe y le gusta jugar de espaldas y pivotear. Así mismo, puede ganar en el juego aéreo y sus 11 tantos en lo que va del año con su club lo hacen ser el tico con mejor registro en las redes, entre las cartas disponibles que tiene Suárez.
Sacando a Campbell y a Moya, las otras opciones son Jurguens Montenegro (nueve goles en 2021), Manfred Ugalde (cuatro) y Kenneth Vargas (cuatro). Todos ellos novatos en la Nacional y en sus primeros pasos en eliminatorias.
Atraso en llegada por vacuna
Por más que Jonathan Moya pretendía estar mucho antes con la Selección Nacional y que la misma Federación Costarricense de Fútbol intentó tenerlo previo al duelo con Panamá, fue imposible lograrlo.
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Corea del Sur, lugar donde juega Moya, exige una cuarentena obligatoria de 14 días si la persona sale del país y regresa, motivo por el cual el delantero se perdió otros llamados a la Nacional, como para el Final Four y la Copa Oro.
Sin embargo, hace unas semanas se abrió una excepción para que las personas que sean vacunadas en suelo surcoreano no tengan que cumplir con las dos semanas de aislamiento total, al volver de un viaje fuera de sus fronteras.
Eso sí, para optar por este permiso es indispensable colocarse las dos dosis en Corea y que pasen 14 días después de la última vacuna. Justo esto fue lo que atrasó la incorporación de Jonathan a la Sele y lo obligó a realizar una travesía para estar listo para enfrentar a México.
“La situación en su país hacía que no lo pudiéramos considerar y ahora apareció la excepción con los vacunados en Corea del Sur, que es muy particular, porque no se podía llevar a Copa Oro y vacunarlo allá, sino que debía ponerse ambas dosis en Corea.
“Lo vamos a tener más tarde, pero estará listo y así podrá regresar sin hacer cuarentena. Sumado a esto, para las próximas fechas FIFA si se le convoca ya no tendría este inconveniente”, dijo Diego Brenes, director de selecciones nacionales.
El ariete se puso la primera dosis hace unos meses y la segunda era para más adelante en el año, pero “por gestiones de él, del club y de la Federación se logró que se adelantara la segunda, aunque fue imposible que estuviera a tiempo para el choque con Panamá”, agregó Brenes.
Dejando de lado todos los obstáculos que afrontó el atacante, la necesidad hace que se le considere como una carta importante y podría ver acción frente a los aztecas, en el segundo compromiso eliminatorio de la octagonal.