La Selección de Costa Rica no estuvo ni cerca de repetir ante Colombia la Masterclass defensiva que plasmó frente a Brasil. El 3 a 0 final fue un resultado que, incluso, se quedó corto y sirvió para abrir los ojos en medio de la reconstrucción que vive la Tricolor.
En la previa, los cafeteros habían retado a los ticos a ser más ofensivos, lo que podía verse como una trampa. ¿Mordió Costa Rica el anzuelo de querer atacar más?
El técnico Marvin Solano aclaró todas las dudas y expuso las falencias que presentó la Sele ante los colombianos.
Analisis de Marvin Solano
No se mordió tanto el anzuelo de atacar más que contra Brasil. Quizás se intentó ser más profundo con una postura equivocada, ya que se debilitó la media cancha al prescindir de un marcador y se adelantó a los laterales. Ante un rival tan vertical, fue casi un suicidio apostar por esto.
Reitero, el error no fue querer ser más ofensivos, sino que en defensa no se estuvo a la altura del primer juego. Las distancias entre la zona media y la zaga fueron muy amplias. Además, al disponer que los carrileros se posicionaran unos metros más adelante, no se tuvo superioridad en la marca. Los centrales estuvieron más expuestos y no se pudo dobletear a los ofensivos cafeteros por los costados.
Había que mantener el esquema en la medular para respaldar a los zagueros y armar un bloque más compacto. Al sacar a un volante central marcador y dejar solo a Orlando Galo con Brandon Aguilera, quedaron espacios que el rival supo aprovechar muy bien con fútbol elaborado y balones a las espaldas de los costarricenses.
El adversario nos estudió y Colombia tiene más vías en ofensiva que Brasil. La potencia física y la fortaleza en el uno a uno de los colombianos generaron estragos.
Volviendo a la Selección, no tengo clara la idea en ataque, porque Aguilera es más armador y se debilita jugando como mixto. En ofensiva seguimos mostrando carencias: sin fútbol elaborado, sin transiciones y sin aprovechar la táctica fija. A la vista está que no se ha realizado un solo remate directo en dos juegos.
La Sele adolece de no tener un delantero fuerte que sostenga la pelota mientras lo acuerpan los volantes. Manfred Ugalde es un jugador para elaborar y, si no se le nutre, es difícil que pueda solo. Si no se recuperan pelotas y no se tiene posesión, es imposible tener vías ofensivas. A estas alturas, es preocupante porque no se arma nada.
Finalmente, era importante ver cuál era la reacción de Costa Rica perdiendo y quedó en evidencia que se perdió todo el orden con el primer gol. Con el sistema que tiene la Nacional, hay que tener un plan B y no salió. ¿Qué se hace cuando nos anotan primero? Queda la duda.
De igual forma, hay que entender que es importante este tipo de juegos para reconocer el rendimiento colectivo e individual. Se cometieron errores por falta de oficio de figuras jóvenes que están en formación, pero esta experiencia bien aprovechada puede servir para el futuro, porque hay muchos jóvenes que pueden mejorar”, concluyó Solano.