La Selección de Costa Rica llegó a un acuerdo con el director técnico argentino Gustavo Alfaro, para que sea el timonel de cara al proceso 2026.
Alfaro, de esta manera, consiguió ganarle la carrera por el banquillo patrio a Ignacio Ambriz, entrenador mexicano, quien estaba interesado en el puesto pero pidió tiempo hasta diciembre para dar una respuesta. El otro DT que se sondeó pero no cedió en sus pretensiones económicas fue Ricardo Gareca.
Alfaro buscará su segunda Copa del Mundo, ya que en Qatar 2022 comandó a Ecuador.
Un punto que gustó mucho a la Comisión encargada de la elección fue que El Lechuga acostumbra a dar confianza a jugadores juveniles y en la actualidad el equipo patrio busca cerrar con éxito un cambio generacional.
Aunque en Costa Rica no es muy conocido por la afición en general, como destaca el comunicador argentino de Diario Olé, Bruno Sturari, Alfaro tiene casi 30 años de carrera y comenzó su proceso desde inferiores, pasando por el ascenso argentino, hasta despuntar en la época actual.
“Se puede decir que es experimentado. Él salió de abajo y logró un gran reconocimiento. Siempre se reconoció como un DT más conservador, de los que le gusta aplicarse en la táctica. De esa manera consiguió hacerse un lugar en el fútbol argentino, porque consiguió dos ascensos siendo el de Quilmes el que más lo impulsó, porque además lo llevó a la Libertadores”, recordó.
Sturari explicó que el despunte de El Lechuga se dio cuando fue nombrado en Boca Juniors, sobre todo porque consiguió levantar a un equipo que venía sumamente golpeado al perder la final de la Copa Libertadores contra River Plate.
“Le dio mucho orden a Boca, lo llevó a semifinales de la Libertadores 2019. Sin embargo, no tuvo el mejor ambiente porque cuando asumió el grupo de Juan Román Riquelme, él no era del gusto futbolístico, ya que para Román, Boca no podía jugar esperando a su rival”, declaró.