El muro I
Uno de los líderes de la Sele ingresó molesto al camerino, aún digiriendo la goleada propinada por España tan solo unos minutos atrás. A viva voz lanzó su moraleja, queja o frustración, quizás de todo un poco a la vez: "Esto es para que aprendamos todos. Para que aprendan los jugadores, para que aprenda el cuerpo técnico. Este es el nivel que encontraremos en el Mundial". Costa Rica había intentado presionar la salida de una España que con toque, movilidad, velocidad y cambios de juego, evadió fácilmente el acoso y llenó de goles el arco tico. Costa Rica aprendió (otra vez): al Mundial no se va sin un muro.
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El muro II
El Macho Ramírez, de esos técnicos que no cometen el mismo error dos veces, mandó a construir un muro como el Game of Thrones. Con un bloque definido, ordenado, amalgamado, plantado de tres cuartos de cancha hacia atrás, el equipo se muestra capaz de aguantar, aguantar y aguantar cuando el rival es claramente superior, como Túnez. El problema llega cuando se recupera la pelota. Se pierde muy pronto. Entonces va de nuevo: aguantar, aguantar, aguantar... Así, ni el mejor muro garantiza quedar en pie. Ni el de Game of Thrones.
Declaraciones confusas I
El Macho Ramírez se equivocó cuando mencionó la estatura de McDonald como razón para no llamarlo. ¿Cuántas veces Costa Rica intenta hacer daño con balones aéreos hacia su delantero? No recuerdo una sola en el juego de este m artes, más allá de la bola muerta. Ni siquiera se ensayó cuando Josué Mitchell ingresó de cambio, para los últimos 20 minutos de juego y con el marcador en contra. Costa Rica no juega a eso. Tampoco llega con suficientes hombres al área como para mandar centros. La opción del empate, casualmente con Mitchell, llegó en una jugada de pie a pie.
Realidades claras I
En realidad -interpreto- lo que Ramírez pensaba y no dijo al momento de su convocatoria es que prefiere a Marco Ureña, Yendrick Ruiz y Joel Campbell sobre Jonathan McDonald. Que no necesita alguien más. Listo. Y que, en caso de sumar otro delantero en las lista de 23, uno que difícilmente jugará, prefiere sumar a quien le aporte alguna característica no abundante en los otros: el juego aéreo.
Declaraciones confusas II
Según Pablo Guzmán, director de Deportes Repretel, el Macho Ramírez aseguró que la idea de juego de la Sele para el Mundial es anotar un gol y defenderlo. No es cierto. Lo que sí es cierto es que no podríamos aspirar a otra cosa si la Copa del Mundo se jugara hoy: anotar y pasar candado. O, como este martes: impedir que la desventaja en el marcador se haga más grande, para mantener una velita encendida para empatar en las únicas dos opciones disponibles. No es lo que el Macho promulga, es lo que la Sele pudo hacer. Lo que el Ramírez dijo es que en el alto nivel de competencia las remontadas cuestan, porque el equipo que anota un gol, lo defiende.
Realidades claras II
Túnez no se puso a defender el gol anotado en el primer tiempo. Insistió, atacó, desbordó, acoso todo cuanto pudo en busca de aumentar la cuenta. No dejó a Costa Rica tener la pelota. De seguro Óscar Ramírez desearía no perder el balón tan rápido. ¿O es que a criterio de algunos, la Sele se defendió, se defendió y se defendió porque eso es lo que quiere hacer en el Mundial?
Realidades claras III
Para marcar y tener la pelota caen bien relevos como Wílmer Azofeifa. Consultado por los hombres a prueba, el Macho Ramírez no se extendió en calificativos. De todos dijo algo así como "ahí están"... "pueden venir lesiones..." nada comprometedor. Entendible. Hay muchos jugadores por delante y no puede asegurar nada. De Azofeifa, sin embargo, destacó la personalidad mostrada: "no le pesó" el nivel internacional. Sin duda ganó puntos.
A propósito de puntos, Colindres ya tiene los suficientes para colarse entre los 23. Sin destacar en una Sele de escaso ataque, se muestra acoplado y en capacidad de acompañar a Ureña que siempre intenta correr hacia adelante. La Tricolor no se vería muy distinta con Johan Venegas en su lugar.