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Óscar Ramírez abraza a su delantero, Jonathan McDonald. (Luis Navarro)
Redacción
La combinación del uniforme se definió con antelación. Cada miembro del equipo debía presentarse con una camiseta negra y una pantaloneta blanca, sin embargo, a un jugador se le ocurrió vestir diferente ese día.
Se puso una prenda de otro color y se colocó un suéter encima para disimular. No bastó. Óscar Ramírez lo esperó en la puerta del bus, le abrió el zipper de la jacket frente a todo el grupo, arrugó la cara y dijo: "muy bonito venir así".
Quien será anunciado como estratega de la Selección tiene códigos que no se discuten, sobre todo en el comportamiento dentro y fuera de la cancha, en el manejo de camerino y en la estrategia de juego.
El color de la casaca fue el detonante en esa ocasión, aunque no tolera otros aspectos como que los futbolistas utilicen un vocabulario soez en los hoteles de concentración, cuando están rodeados de gente ajena al club, o que se presenten a los partidos solo con un par de tacos.
"Exige que los jugadores cumplan con la vestimenta oficial, y si no aplica multa, y que los futbolistas lleven a los juegos un calzado adicional, para evitar contratiempos", explicó su exasistente, Mauricio Montero.
En el manejo grupal le gusta ser un consejero. Mantiene charlas individuales con los futbolistas para controlar su estado de ánimo y medir el sentir del camerino con respecto al trabajo que se está realizando.
También le dedica mucho tiempo a motivar a los suplentes pues considera indispensable que estén tranquilos para evitar conflictos en el grupo.
Si le toca hablar fuerte lo hace, pero solo en las charlas técnicas y en los intermedios de los compromisos.
"Él prevé cualquier cosa que puede pasar. Se preocupa mucho por el bienestar del vestuario. Muy pocos conocen tanto a los jugadores como Óscar", explicó el brasileño Marcelo Sarvas, expupilo de Machillo.
Estrategia. En su casa en Belén, Ramírez construyó una habitación aparte de la casa para observar videos de los rivales y no molestar a sus familiares cuando reciben visitas.
El timonel no se casa con un esquema de juego, prefiere elegirlo cuando haya analizado a fondo las características de su oponente. Para ello, observa tres partidos en casa y tres de visita.
Curiosamente, no le gusta llevar estadísticas pues prefiere basar sus decisiones en lo que analiza mirando los partidos.
Se fija muchísimo en cómo anular la táctica fija del contrario y hasta en la manera que ejecutan los saques de banda.
Con esto trata de evitar que tomen al equipo mal parado.
Además, se acostumbró a que todo esté listo y preparado desde dos días antes de disputar el partido. Eso le da tranquilidad.
"En el camerino es paciente pero exige atención absoluta al presentar los videos. Llega tres minutos antes de la sesión y exige puntualidad", añadió Montero.
Los 21 lineamientos de Machillo
De Comportamiento:
1. Reservado. Si un jugador llega tarde, lo sanciona a lo interno. No lo revela a directivos ni a prensa.
2. Presentación. Exige cumplir con la vestimenta y sino aplica multa.
3.Calzado. No tolera que jugadores solo carguen un par de tacos.
4.Lenguaje. Pide cuidar vocabulario en hoteles de concentración.
5.Espacio. No se mete al camerino con los jugadores, excepto en las charlas técnicas.
6.Reservado. Si los jugadores organizan una actividad y lo invitan, él va, pero no se queda mucho tiempo.
7.Confiado. No revisa en los cuartos si el jugador está durmiendo.
En el trabajo diario
8.Cuidadoso. Se preocupa por tener a los suplentes tranquilos.
9.Equilibrado. No se fija en el nombre al sentar a un futbolista.
10.Consejero. Tiene charlas individuales con los jugadores.
11.Carácter fuerte. Cuando tiene que hablar duro lo hace, pero solo en las charlas técnicas.
12.Multa. El que llega tarde a las charlas debe pagar una multa.
13.Entrenamientos. No pone límite al tiempo de las prácticas.
En estrategia
14.Variante. No se casa con un esquema. Decide de acuerdo al rival.
15. El once. Cambia su alineación según condiciones del oponente.
16.Videos. Recopila videos de los rivales: tres en casa y tres de visita.
17. Sin números. No lleva estadísticas, todo lo basa en el análisis.
18. Balón parado. Da énfasis en cobros de tiro libre y de esquina del oponente.
19. Pases largos. Estudia cómo realiza el rival los saques de banda y si pelotea a una misma zona.
20. Rancho. En su casa tiene un lugar específico para mirar videos.
21. Sistemático. Está preparado dos días antes de cada juego.