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San Petersburgo, Rusia. Óscar Ramírez está cansado, pero no de ser el técnico de la Selección Nacional. El Macho siente rabia por las constantes informaciones que enturbian la periferia del cuadro patrio y ya la paciencia se le está acabando. No obstante, en ningún momento por su mente ha pasado el pensamiento de irse del equipo, según le dijo a un allegado.
“Ni por un minuto me ha pasado por la cabeza irme, jamás. Yo voy para adelante, de hecho todavía no sé qué pasará pero tengo más ganas de seguir aquí. No voy a echar para atrás, es de valentía esto”, le dijo Ramírez a un allegado en la concentración patria, durante la noche del domingo. Esa versión fue compartida de primera mano con La Nación.
El timonel termina su relación con la Tricolor apenas finalice la participación tica en Rusia 2018, pero estaría dispuesto a continuar. Incluso, según el allegado, lejos de darse por vencido, Ramírez siente deseos de "revancha" con los resultados obtenidos.
El técnico no se siente para nada cómodo con las situaciones que le ha tocado sobrellevar lejos del terreno de juego durante esta Copa del Mundo, porque no les encuentra sentido. Las ve sin pies ni cabeza.
Después de la derrota que tuvo el combinado costarricense frente a Serbia, en la primera jornada de la Copa del Mundo apareció una comunicación anónima en redes sociales que cuestionaba su liderazgo, su forma de llevar al grupo, entre otras críticas.
Eso fue el primer round, entre la paciencia del técnico y lo que se dice en exteriores. Ramírez solo comentó a sus cercanos que lo dicho en el mensaje anónimo no es cierto. Destacó que el comportamiento del grupo hacia él ha sido bueno y que el respeto se ha impuesto.
Macho no comprendía como un resultado, la derrota 1 a 0 ante los serbios, había provocado un alboroto sin fundamento.
El técnico repetía una y otra vez que simplemente las circunstancias del juego beneficiaron al rival en esta ocasión. A su criterio, así como entró el tiro libre de Kolarov, también pudo ingresar el cabezazo de Giancarlo González y cambiar lo sucedido.
En la conferencia de prensa previa al cotejo ante Brasil, Ramírez nada más se limitó a decir que él estaba tranquilo, que no había visto nada extraño y que el respeto era predominante en la concentración de la Sele, pero no externó su molestia.
La concentración en San Petersburgo continuó con normalidad, no obstante un fenómeno externo comenzó a tomar fuerza en Costa Rica.
Ganó seguidores una página de Facebook en la que parece promoverse un violento recibimiento al técnico tico y a la Selección a su regreso al país.
En realidad, se trata de una página con tendencia al humor negro, radical, que se ve en el país desde la pasada campaña política. De hecho se podía eliminar denunciándolo y hoy lunes, luego de una extensa búsqueda, parece que ya no existe aquel mensaje.
Pese a que el evento ya no está, la esposa del estratega, Jannette Delgado, presente en territorio ruso, le externó esta semana al "DT" su inquietud por lo que podía pasar por esa página.
Ante la preocupación de su pareja, Óscar solo la tranquilizó, advirtió que se trataba tan solo de ruido en las redes sociales, pero a la vez fue enfático en que si existiera alguna posibilidad de que algo sucediera, él tomaría junto con la Fedefútbol las previsiones del caso.
Empero, según la versión anónima de esa persona que ha vivido de cerca a Ramírez el Mundial, él nunca valoró y ni por la mente le pasó abandonar la Selección con un partido todavía por disputarse.
Macho le recalcó: 'ya es cansado, me tienen malo. Yo voy hasta el final con el grupo y aquí estoy tranquilo, consciente de que hecho un trabajo bueno y si no se han dado los resultados es por otras cosas”.
El día previo a viajar a Nizhni Nóvgorod fue muy tranquilo. Óscar Ramírez hizo lo mismo que antes de enfrentar a Brasil y Serbia: analizó, analizó y volvió a analizar. Imaginó el cotejo, afinó indicaciones y comenzó a sentir las sensaciones mundialistas previas a un cotejo, unas sensaciones que quiere volver a vivir en cuatro años, según pudimos conocer.
