Rafael Fello Vargas fue elegido este miércoles como nuevo Secretario General de la Fedefútbol.
La información fue confirmada por el ente por medio de un comunicado de prensa en el que se detalló que Gustavo Araya, actual secretario, continuará vinculado a la Federación como Director Ejecutivo.
El nombramiento del nuevo secretario general se prolongó. El nuevo Comité Ejecutivo entró en funciones el pasado 1.° de setiembre y, mes y medio después, el tema seguía en conversaciones hasta que se finalizó este miércoles.
En la penúltima sesión de la cúpula del fútbol costarricense, a inicios de octubre, el fiscal, Carlos Ricardo Benavides, tomó la palabra y le hizo ver a los directores que el estatuto de la Fedefútbol es claro sobre los requisitos que deben cumplir los aspirantes a la secretaría general.
El documento explica que “el secretario general no podrá ser un delegado de la Asamblea General ni un miembro de cualquier órgano de la Fedefútbol”.
Para ese momento, Vargas era el presidente de la Liga de Fútbol Sala y miembro de la Asamblea General por esa misma liga.
Vargas renunció la semana anterior a su cargo en Fútbol Sala, una decisión que tenía pensado llevar a cabo el próximo mes de enero, cuando se celebrará la Asamblea de esa liga.
Consultado por La Nación sobre su renuncia, Vargas respondió: “Fue un tema que tenía ya pensado y decidido”.
Sobre la Secretaría General, comentó: “Siempre he estado dispuesto a ayudar al fútbol costarricense y, si el Comité Ejecutivo, piensa en él para ese cargo, valoraría la opción”.
Antecedente. Vargas llegaría al cargo después una controversial salida de la Fedefútbol en su anterior periodo. Por razones difusas, había sido suspendido en el año 2016 por los integrantes del Comité Ejecutivo, presidido por Rodolfo Villalobos.
“En aras de la transparencia y de fortalecer el proceso investigativo que se va a desarrollar a lo interno de esta Federación y de los procesos judiciales que se encuentran en marcha en nuestro país, se acuerda por unanimidad suspender de forma indefinida al señor Rafael Vargas”, indicó el ente en un comunicado de prensa enviado en el 2016, sin detallar las razones de la decisión.
Luego, Vargas dejó el puesto definitivamente por un acuerdo con la Federación cuyos términos no fueron divulgados, si bien se sabe que incluyó el pago de prestaciones.
Su salida se dio tras el escándalo del FIFA Gate, en el que Eduardo Li, presidente de la Fedefútbol, fue detenido en 2015 y juzgado por la justicia estadounidense.
En aquellos días, según revelaría una investigación La Nación, en la Fedefútbol aparecieron dos facturas del 2013 por la compra de 8.000 balones y 5.000 uniformes que nunca ingresaron al país.
Las órdenes de transferencia del dinero tenían las firmas de Eduardo Li y su entonces secretario, Rafael Vargas. El pago en dólares, que en total sumaba $172.000, se dio desde una cuenta de la Federación en el Banco Crédito Agrícola de Cartago, pasó por Estados Unidos y terminó en Panamá.
Aunque el caso llegó a los Tribunales en el 2018 y lo anterior sería comprobado por la Sección de Delitos Económicos y Fraudes, como parte de una causa abierta en el Ministerio Público contra Eduardo Li, por administración fraudulenta, lo sucedido nunca fue esclarecido y el causa quedó cerrada sin llegar a juicio.
Los abogados de Eduardo Li en reiteradas ocasiones argumentaron que su representado ya había sido juzgado por aquellos hechos en Estados Unidos.
La supuesta compra de balones y uniformes se había hecho usando facturas de la empresa Forward Sports International Management Inc., una sociedad usada por Jeffry Webb, expresidente de Concacaf, para recibir sobornos millonarios.