El volante de contención del Herediano, Rándall Azofeifa, vivió un desahogo futbolístico este lunes cuando Óscar Ramírez pronunció su nombre al dar la lista de convocados de la Selección Nacional para asistir a Rusia 2018.
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Azofeifa vivió el momento en la intimidad de su casa junto a su esposa, quien estaba más ansiosa que él, pero que lo acompañó y vivió con emoción su llamado para su segunda Copa del Mundo, luego de haber sido parte de la lista para Alemania 2006.
El mediocampista ha tenido un año muy complicado, fuera de la cancha con problemas personales y dentro de la misma al no obtener resultados específicos con su club, por lo que estar en la lista final para Rusia 2018 es una enorme alegría para él.
“Súper contento, muy agradecido con Dios, muy emocionado. Tengo unas expectativas súper altas, entendiendo que la responsabilidad es súper grande y esperando prepararnos de la mejor manera para tener una buena Copa Mundial”, explicó Azofeifa.
Pese a que Azofeifa no estuvo en las últimas dos convocatorias de Óscar Ramírez se mantuvo muy tranquilo para el llamado de este lunes.
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“Yo siempre he sido muy respetuoso de las decisiones de los cuerpos técnicos, entendiendo que esto es de trabajo, de demostrar. Se hicieron cosas importantes en la eliminatoria participando en 12 de los 16 partidos eliminatorios y eso de alguna manera pesa”, comentó Azofeifa.
Azofeifa ha atravesado momentos difíciles, como la pérdida de su padre y de su mejor amigo Gabriel Badilla, que es visto por el mediocampista como un hermano.
“Como lo he dicho muchas veces, el fútbol no va a solucionar las cosas personales, partiendo de algunas pérdidas que uno tuvo, pues ayuda a sobrellevar las cosas y a mi el fútbol me ha ayudado muchísimo. Al día de hoy son ausencias súper entrañables, esa dedicación que uno a puesto y se le viene a la cabeza. Ayuda a que si hay lágrimas sean de alegría y no de tristeza ”, explicó el jugador.
Pese a toda la tranquilidad que caracteriza a Rándall Azofeifa, en los instantes posteriores al llamado de la Selección Nacional brotaron lágrimas de emoción.
“Me llamaron familiares y amigos llorando .Estaba muy tranquilo, pero por la misma emoción de la gente uno termina derramando lágrimas y es normal”, confesó.
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Rándall Azofeifa asistirá a su segunda Copa del Mundo, a la primera fue apenas con 21 años, por lo que considera que el jugador que asistió a Alemania 2006 es muy distinto al de hoy en día.
“Toda la experiencia, el recorrido acumulado, ocho años en Europa. Como persona ya casado y con hijos. Tiene uno más alegría que compartir”, detalló.
El futbolista fue uno de los más regulares en la eliminatoria, como la mayor parte de los convocados por Óscar Ramírez, algo que Azofeifa no se atreve a decir si es justo o no, pero entiende que todas las personas tienen su valoración de los 23 elegidos.
“Uno entiende que todo mundo tendrá sus opciones de jugadores para el Mundial, hay que ser muy respetuoso de las decisiones. Yo me alegro muchísimo porque estoy adentro. Aquí el mayo beneficiado tiene que ser la Selección Nacional”, finalizó.