El avance de los clubes femeninos para trabajar con sus jugadoras ya tiene una repercusión directa en la Selección Nacional.
Incorporación de especialistas en cada campo y más trabajo físico hacen que las futbolistas no sientan tanta diferencia entre el equipo y la Tricolor.
A esta conclusión llegó el preparador físico de la Sele, Bryan Mora, quien asegura que anteriormente esto era distinto.
“A veces, o en el pasado, no hace mucho tiempo, la dinámica de un entrenamiento de la Selección comparado con uno de club, la jugadora lo resentía muchísimo”, explicó.
Esto no pasa en el fútbol masculino, debido a una estructura más definida de los cuerpos técnicos, preparadores físicos, fisioterapeutas, entre otros.
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"Ellas llegaban aquí y los primeros días era muy distinto a lo que se topaban en los clubes, eso nos extrañaba, porque el trabajo no era tan fuerte y lo resentían mucho", agrega Mora.
Pero ahora esto ha mejorado. Según Mora, la raíz está en que los clubes de Primera División se han enfocado en mejorar esa parte.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de prepararlas, pero eso nos ayuda. Estamos notando que la diferencia en el ritmo de competencia y preparación de los clubes no está siendo tan significativa como en momentos atrás y eso gracias a la evolución que está teniendo ahorita el fútbol femenino en el país”.
Ese contraste que se vivió durante mucho tiempo también hizo que las futbolistas notaran una gran diferencia cuando estaban en el Proyecto Gol o en alguno de sus equipos.
Por ejemplo, la experimentada Lixy Rodríguez lo ejemplifica entre quienes formaban parte de la Tricolor y aquellas que no.
"Acá se entrena con muy buenas condiciones y entonces eso marca diferencia, ahora esperamos que en torneo se note más eso. Que los entrenamientos sean exigentes, que tengamos las condiciones necesarias, que se tenga preparador físico, preparador de porteras, que casi siempre en muchos clubes ellas entrenan con el resto. Por ahí va, gracias a Dios se ha ido avanzando y ojalá todos lo sigan haciendo", señaló.
La guardameta Priscilla Tapia, por su parte, añade la importancia de la competitividad que esto genera dentro del grupo para pelear por un cupo en el equipo patrio.
“Tengo 9 meses de vuelta en selección, y el trato siempre ha sido muy bueno para la femenina. Ahora tenerlo en los clubes, es genial. Ayuda mucho, porque entre nosotras uno se muerde más, porque hay jugadoras atrás que vienen dándole duro también, jovencitas. Usted ve ahora jugadoras en varios equipos que resaltan mucho, eso es bueno para el crecimiento”.
En este momento la Sele se está preparando para enfrentar el Preolímpico de Concacaf. El próximo 28 de enero enfrenta a Panamá, después se medirá a Haití (31 de enero) y cerrará contra Estados Unidos (3 de febrero).
El grupo viajará el próximo martes 21 de enero a Houston, sede del grupo A en la primera fase de este torneo que dará dos boletos a Tokio 2020.
Antes de disputar los partidos oficiales, tendrá dos fogueos, el 22 ante Jamaica y el 24 contra Rice University.